Hotel situado más cerca de la A92 que del centro de la ciudad lo que le permite tener aparcamiento propio, fácil entrada y salida de la ciudad (buen hotel de paso). En sus instalaciones destaca una buena piscina (en verano) y un buen jardín.

La recepción es suficiente, hay ascensor, wiffi, terraza en cada habitación muy agradable con dos sillas y mesa. Las habitaciones son muy muy amplias al igual que los armarios (más que en muchas habitaciones de casa); las camas son cómodas y buena ropa. La tele se queda pequeña por la distancia; buena mesa. Buena limpieza y amable servicio.

El baño es amplio, con bañera antigua, amenities básicas, buenas toallas, secador. Hubo problema con el agua caliente que se quedaba corta.

No tiene servicio de comidas en el interior ya que está pared con pared del restaurante con el mismo nombre (y supongo que dueños) donde se realiza el servicio de desayuno y comidas o cenas. El local dispone de una bonita terraza que permite un desayuno (con ticket del hotel)  a demanda del cliente, con lo que no sabes lo que entra en el precio y tienes la sensación de que podían haber más opciones de las que usas. Hay que preguntar y preguntar.

El precio resultó alto porque fluctúa mucho en función de la demanda. Se puede estar por casi la mitad de precio.