Me fío de la cadena

Y por eso al elegir hotel en esta preciosa ciudad holandesa escogí 1 de los 2 que allí tiene.

Su situación es buena, a escasos 10 minutos andando del centro; si bien tiene una particularidad: está justo enfrente de una gran ciudad sanitaria, por lo que es inevitable oir con relativa frecuencia sirenas de ambulancias. Salvando lo anterior es un hotel urbano sin características destacables en el exterior del edificio. La recepción es bastante pequeña, linda con el bar-restaurante, en gestión de autoservicio éste último. Los trámites de entrada y salida muy sencillos y el personal amable en todo momento.

Nos dieron 2 habitaciones en el 5º piso orientadas hacia el centro, buenas vistas de las numerosas torres y edificios históricos.

Cuartos amplios, luminosos y cómodos. Armario suficiente, pequeño y útil mueble para deshacer la maleta, caja de seguridad de correcta capacidad y muy fácil de usar, numero de cajones suficiente.

La iluminación del cuarto está bien, es sencilla de usar y como detalle no hace falta meter la tarjeta de apertura en ningún siito para poder encenderla.

Cama de matrimonio tamaño King, confortable, 2 almohadas y el típico edredón de casi todos los sitios de Europa, incómodo para la persona calurosa.

Aparato de TV de pantalla plana y buenas dimensiones, colgado en la pared e ideal para ver desde la cama.

Baño de tamaño muy correcto, desgraciadamente con bañera. Tanto ésta como la taza del WC pensados para holandeses, no para españoles de talla media. Entrar y salir de la bañera suponía un ejercicio gimnástico de cierto riesgo y en caso de personas ancianas yo creo sería imposible. Una vez dentro ducha con buen chorro. Me llamó la atención la existencia de grifo de caliente y fría y no monomando. Hay que tener cuidado con la temperatura de la caliente, altísima. Adminículos de aseo de calidad y numerosos, espejo muy grande, también el de aumento y buena iluminación, toallas normales. La habitación que tenía otro familiar sin embargo tenía ducha y no bañera. Si vuelvo desde luego pediré ducha. 

Los 2 ascensores cumplen sin problema, necesitas poner la llave para subir.

El desayuno-bufé excelente en todos los aspectos: calidad, cantidad y variedad, tanto de dulces como salados, lácteos, etc.... Los zumos, eso sí, no me parecieron naturales. El café de cafetera, autoservicio, ponen 2 los fines de semana y ningún día tuve aglomeración. El desayuno es uno de los puntos fuertes del hotel.

Es curioso que no hay bar tal y como lo entendemos en España, sino una pared con bebidas y algunos platos preparados para coger y apuntar en recepción. Hay un camarero para labores de asistencia.

Así mismo casi no existen más espacios comunes que ése, nada más que unas pocos sillones entre el comedor de desayunos y el otro.

Tiene un menú de noche que está bien, cenamos allí un día.

Ofrece alquiler de bicis, esta ciudad es el paraíso de las 2 ruedas, a muy buen precio (5€ por día), pero ¡cuidado!, son máquinas de piñón fijo como las de velódromo, el frenado es haciendo contrapedal, por lo que aconsejo practicar un poco antes de lanzarse al tráfico.

En resumen, un hotel bien situado, cómodo, con buena atención y desayuno excelente. Un poco ruidoso por su cercanía al hospital y con algunas habitaciones con bañera que urge cambiar.

Me acogí a una oferta de su página web con un precio de habitación desyuno incluido de 113,05€. A esta cantidad hay que sumarle el 21% de IVA y 3.15€ por persona de impuesto municipal, por lo que viene a salir a unos 145€ la doble.

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