Gato Encerrado

Habida cuenta de algunos foros que hay por Verema y sobre la conveniencia de dar a conocer si un restaurante que ha causado una impresión bastante negativa en un servidor, se ha de poner en las valoraciones gastronómicas de bares y restaurantes, he optado por hacer la crítica por el lado más del foro, que hacer una ficha al completo.
Todo biene en relación a este verano, en uno de los días en los que me escapé desde Salou al Casco Viejo de Tarragona. Nos disponemos mi señora y yo, a pasear por uno de los núcleos con más encanto de la capital, el cual le tengo un especial cariño. Restos románicos por doquier, calles que aparecen de improviso y , sobretodo una cantidad infinita de bares-restaurantes donde poder comer y cenar. Aventurándonos por uno de ellos, dimos con nuestros huesos en "Lo Gat" ( El Gato, traducido, de ahí el título que le vendrá que ni pintado). Local pequeño, acogedor, mesas de madera antiguas con velas en cada una, decoración de films de cine antiguo, luz muy ténue, para crear un ambiente familiar e íntimo a la vez... Y aquí se acabó lo bueno.
Una carta en la que se centra en tapas variadas de entrantes, luego variedad de tostadas y algún que otro plato de carne. La historia es que no hay nadie más en el local para cenar; nos sirven tarde(eso sí, educados lo eran); pedimos unas tostadas, en mi caso de pinchos morunos( perdón por la expresión, pero parecía comida de perro picada). Mi mujer una tabla variada de quesos y otra tostada que no logro recordar de qué, pasó sin más pena ni gloria, y lo mejor está por llegar:
En la carta de vinos, me decido por un Montsant, que me lo traen bién calentito. Le digo al camarero, sino lo tienen a una temperatura más adecuada; me comenta que efectivamente tienen en la vinoteca, pero abierto de hace un día o dos y si quiero me lo sirven por copas. Tremendo. Por supuesto en la carta nada pone de servicio por copas. Y hablando de copas, las tuve que pedir, pues la intención era servirlos en unos vasos tipo de sidra o txacolí!!
Total, retiro la propuesta nefasta, y pedimos cervezas. Para más inri, uno de los dueños hablaba con otra pareja, que a medio cenar nosotros, descorchan un vino para catarlo. Todo son explicaciones técnicas, enológicas tales como "si este vino está redondo, si tiene cuerpo"...Esto, los mismos señores que no supieron servirme un vino mínimamente en condiciones. Total, Factura final de 30-35€, y todos tan contentos, menos yo, que nunca, os juro, había tenido la sensación de bochorno que decía mi mujer, descubría en mi cara.
Conclusión: No todo es oro lo que reluce, ni todos somos cocineros, ni todos somos sommelieres, pero... leches!!! Algo fino podremos hilar, digo yo.
Cuidadín donde nos metemos.
Saludos a todos.