Sr. Forcada, vaya por delante un saludo afectuoso, por el reencuentro en este

Sr. Forcada, vaya por delante un saludo afectuoso, por el reencuentro en este foro, y también por el respeto que me merece aquel que no consiente que se hable mal de sus amigos.
Me consta que usted era un buen amigo de Santi, y por ello nos encontramos en sentidos contrarios en alguna ocasión. No seguí su consejo de dar otra oportunidad a Can Fabes y ahora, quizá me quedaré sin saber hasta que punto Santi respondía a las grandes alabanzas que, usted de siempre, otros de ahora con más o menos oportunismo, le dedicaba.
Merezco su réplica en la medida en que el artículo de Sostres era, como casi todo lo que escribe, absolutamente prescindible. Ya se lo habían dicho todo y todo estaba dicho. No era necesario, digámoslo así, desde el punto de vista de la actualidad; sin embargo, lo que a mí me pareció resaltable, fue ese nadar a contracorriente ante tanto elogio que, por lo visto, merece uno cuando pasa a mejor vida. Santi, en su biografía, será retratado por los que le admiraban y también por los que no compartían tal devoción.
Las cosas de la alta cocina, han conseguido hacer de los cocineros algo más que creadores de platos. Hoy generan debates, y viven en una actualidad que bien podría titularse "Sálvame gastronómico". En ese sentido, Santamaría se salió de sus lindes, para bien y para mal, y no se puede negar que, últimamente, la tomó con Ferran, hasta el extremo de difamarlo. Esto no tiene discusión.
Metido Santi en harina, resultan razonables los artícúlos de Sostres, si bien no eran oportunos, dadas las luctuosas circunstancias. Pero eso no afecta al fondo.
Creo que esto lo podemos intuir todos.

Esteban
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