Probablemente sí, aunque se buscaron soluciones imaginativas como las terrazas

Probablemente sí, aunque se buscaron soluciones imaginativas como las terrazas (mucho más abundantes ahora que antes), con estufas en invierno y, ciertamente, sí, se dejarían de vender cafés por ello, pero también para los que no fumamos, fue una ventaja poder ir a desayunar, comer o cenar sin "temer" que la mesa de al lado fueran fumadores empedernidos y tuvieras que tragarte lo que comías o bebías con el denso humo del tabaco de la mesa vecina.

En el fondo, y aunque hubiera algunas pérdidas iniciales para muchos bares, al final se ha impuesto la cordura y, ahora mismo, ningún bar se va a pique por este tema. Todos ganamos: fumadores y no fumadores con un aire más limpio, oliendo la comida y el vino a lo que debe oler y sin llegar a casa con la ropa "ahumada" cada vez que salías a restaurantes, bares, pubs, etc.