Ni más ni menos. Tristeza en estado puro. En nuestro barrio hay tres o cuatro

Ni más ni menos. Tristeza en estado puro.

En nuestro barrio hay tres o cuatro buenas carnicerías, pero antes aún había alguna más. Pero como es más fácil comprar envasado y no esperar, pues o cerraron algunos, o bajaron calidad y precio, o despidieron a algún carnicero que trabajaba, porque la gente no compraba. En mi caso, me apreté el cinturón en épocas difíciles y seguí apostando por la carnicería que más me había gustado y ahora ha remontado el vuelo y tienes unos productos y calidad tremendas.

Fruterías.... pues excepto una, el resto han entrado en la guerra de precios. Y te ofrecen auténtica metralla. Casi está más buena la fruta de Lidl que la de algunas verdulerías - fruterías, porque te ofrecen una calidad de mierda y un precio de marqués... No lo entiendo.

Y pescaderías... para echarse a llorar. Porque de pequeño recuerdo que mi madre me mandaba a comprar a una pescadería cercana, que veías producto fresco, pero de verdad, que de piscifactoría no veías nada, donde las galeras eran para hacer caldo y no a 1.000€ el kilo...

Lo que dices de la cocina: todo platos preparados. En nuestra casa, salvo algún bote de lentejas o garbanzos (sí, yo peco también...), todo lo cocinamos. Entre semana, como tenemos menos tiempo, elaboraciones más sencillas. Fines de semana, pues ya cocinamos más tranquilos.

En el cole que va nuestro peque, por suerte, realizan cocina bastante racional, equilibrada, sin tirar de fritura, con un menú variado y bastante sano, con verduras y fruta, pescado y carne, arroces y legumbre, poca pasta y con platos de proximidad (y con bastantes productos ecológicos). Es un cátering, cierto es, pero es que en ese cole no hay espacio ni instalaciones para una cocina porque es bastante pequeño. Pero en el que tengo delante de casa, si pasas sobre las 10:00, huele a guiso, a cuchara... Mientras que en algunos otros, huele a fritanga y platos rápidos.

Defendamos nuestro patrimonio culinario, defendamos nuestra salud y paladar. 

Tengamos esperanza!