La verdad es que es una parte que en muchas ocasiones pasa desapercibida, final

La verdad es que es una parte que en muchas ocasiones pasa desapercibida, final de la comida, con los cafés, en fin que aunque haya cosas destacables tienen que ser de primera categoría para que permanezcan en la memoria, así por encima y del último año me gustaron mucho los de La Candela Restó aquí en Madrid porque me parecieron distintos a lo habitual (la zanahoria, el rulo de queso cremoso y sobre todo el limón glaseado con el tequila) y la “Golmajería” de Nacho Solana en Cantabria (chupito de arroz con leche, galletita de canela, cucurucho relleno de crema de queso y gelatina de gin-tonic).

Pero sin duda mi mejor recuerdo en este tipo de creaciones fue la impresionante caja del Bulli, un auténtico espectáculo visual y de sensaciones con más de 15 tipos distintos de bocados basados en el chocolate y a cada cual mejor. Pero claro, aquello ya pasó a la historia.