Hola Gediagal, tienes razón cuando dices que el vino por mucho que nos guste no

Hola Gediagal, tienes razón cuando dices que el vino por mucho que nos guste no es un producto de primera necesidad (aunque si que lo fue hasta casi el s. XX cuando todo el mundo comía y cenaba con vino). Cuando digo que la Administración debería intervenir para poner freno a estos desmanes, daba por hecho que se entendía que lo debería hacer después de solucionar primero lo realmente importante como es el problema del paro, la sanidad, la educación, etc. Por supuesto que si y siento no haberme expresado bien. Pero también te digo que gobernar y legislar día a día también consiste en eso, en atender también otras muchas cosas que no se consideran prioritarias.
Te aclaro que no estoy defendiendo un intervencionismo estatal en la economía privada a modo de las dictaduras comunistas, sigo pensando que el capitalismo y el libre mercado es el sistema económico menos malo de los hasta ahora conocidos, pero eso si, es francamente mejorable y para que no se desmadre en exceso soy partidario de ponerle ciertos límites.
Respecto a lo que dices de que la culpa en última instancia es del consumidor que termina yendo al restaurante y pagando el precio abusivo que el hostelero le marca no estoy de acuerdo, creo que el poder del consumidor es limitado y su capacidad de acción no es totalmente libre, pues o bien se queda en casa y se bebe su vino en la intimidad del hogar o bien acepta las condiciones que le marca la oferta (es decir los restaurantes). Esto es muy parecido al típico y demagógico argumento que se suele emplear para defender la "telebasura". Se dice que como la gente ve esos programas y tienen mucha audiencia por ello siguen existiendo. Pero lo que no se dice es que la gente apenas tiene posibilidades de ver otro tipo de programas, sencillamente porque no existen
Por último respecto a que muchos hosteleros tendrían que bajar el precio de sus vinos o bebérselos ellos si la gente (nosotros los clientes) dejásemos de pedirlos, olvidas un factor humano que está presente en la condición humana desde tiempos inmemoriales y es la soberbia y la vanidad. Te aseguro que conozco a más de un hostelero que preferiría llevarse todas sus botellas del restaurante a casa antes de reconocer que se equivocó, bajar sus márgenes de ganancia y dar la razón a los clientes. Un saludo.