Cómo puede cambiar la valoración de un restaurante dependiendo de las circunstancias
Éste era el resumen final de mi valoración del Restaurante La Parrilla Monegros II, de Bujaraloz:
Servicio atento, rápido y eficaz.
Muy buena opción si vas de paso y no quieres perder mucho tiempo entrando a Zaragoza.
https://www.verema.com/restaurantes/87272-parrilla-monegros-ii-bujaraloz
Pues bien, donde dije digo, digo Diego.
De vuelta a casa tras la quedada de la Peña os Restauranteros en Bilbao, para no perder mucho tiempo entrando a Zaragoza, y guiándome por mi última experiencia, decidimos parar en La Parrilla Monegros II.
Restaurante lleno pero nos dicen que en un cuarto de hora tenemos mesa.
Como era de esperar el cuarto de hora se convierte en más de media hora, cosa que ya esperábamos y que asumimos sin problemas.
Mientras va entrando más gente.
Al final nos dan la mesa, nos sirven una botella de vino blanco y nos dejan las cartas.
Tic tac, tic tac……
Van tomando asiento otras mesas, hasta cuatro más.
Tic tac, tic tac……
Pasada media hora más sin que nos atiendan y ya empiezo a ponerme nervioso, le planteo a la parienta la posibilidad de pagar descorche e irnos a picar algo a la autopista, “no hombre si ya nos toca, ya verás como vienen de seguida a tomarnos nota”…
Un ratito más y vemos venir a la camarera con el bloc de notas, “ves como ya venía”, pero en lugar de tomarnos la comanda a nosotros, se la toma a la mesa que había llegado la última. Le diga a la parienta, vámonos, “no, verás como a hora viene a tomar la nuestra”, pero la señora en lugar de venir a nuestra mesa, se va a la cocina a cantar la comanda de nuestros vecinos.
Yo no sé lo que habríais hecho vosotros, nosotros nos levantamos, no dimos ni las buenas tardes, y nos fuimos.
Así es cómo acabaría mí comentario caso de habernos quedado:
Servicio pasota, lento e inepto.
Muy mala opción si vas de paso y no quieres perder mucho tiempo, acabas antes entrando a Zaragoza.