Verema en Burgos

Hola Santi,

Sí, estaría muy bien. Me parece una buena idea. Yo me apuntaría.

La ventaja del restaurante es que no hay que comprometer la casa de nadie. Por el contrario, la ventaja de una vivienda es la libertad de horario, el menor coste económico de la cata y el no tener negociar con ningún restaurante. Como siempre sería poner en la balanza y, en caso de hacerse en vivienda, ver las posibilidades de espacio de la casa de cada cuál para según cuántos fuéramos en cada circunstancia y, en cualquier caso, siempre que se pudiera, ir alternando en cada ocasión.

Yo como vivo solo en principio soy fijo yo mismo, pero mi chica, aunque no viva en Elche, no es de muy lejos y, dentro de sus posibilidades, también podría apuntarse.

Mi piso no es muy pequeño (el comedor tiene 22 metros cuadrados) pero con la distribución de muebles y vinotecas en mi comedor el número óptimo de personas serían 6-8, como máximo 10 abriendo la mesa a tope (2 metros de largo) y apartando el sofá hacia la ventana. Más gente, por experiencia en las semifinales y final del mundial pasado (que nos metimos 14) es que nos tocaría catar de pie y sentándonos ya donde cada uno buenamente pudiera ;)

Sobre los aperitivos estoy de acuerdo: algo sencillo y sin complicaciones pues lo que interesa es catar vinos y no tanto maridar vinos con comida. Aunque, como comentas, luego se pueden ir acabando las botellas ya charlando y abriendo latas o con algunos canapés, panecillos, ibéricos, ahumados, pizzas o lo que se presentase llegado el momento.

Un saludo,
Juanjo