...Y no cabe duda que, cuando una cosa se desea con muchas ganas, con cariño y

...Y no cabe duda que, cuando una cosa se desea con muchas ganas, con cariño y a sabiendas que va a llenar de felicidad las vidas de los que lo desean, no hay nada más emocionante que una nueva vida encuentre la luz, el oxígeno para respirar y la tierra para caminar.
Por "millonésima vez", no me canso de decir que sigo encontrando en este mundo del vino (ya sean aficionados o profesionales), muy buenas personas.
Este es el caso de mi buen amigo Oscar (Oscar Somontano), y de Rosa, su mujer. Y como supondréis, se acaban de hacer el mejor regalo que podrían regalarse para la Navidad: una preciosa niña que seguramente les va a llenar de felicidad. Y como en este mundo nada es imposible ni ya nada se sale de lo común, la criatura se llama SYRAH.

Démosle tiempo; que disfrute con sus padres (que les deje a veces sin dormir y seguramente les de algún que otro sustillo que sólo los niños te pueden hacer sufrir, je je...). y luego, con ese nombre, seguro que muy pronto ( más o menos 18 añitos) seguro que coje una copa y disfruta de las cosas buenas que tiene la vida.
Mi más sentida felicitación y mi emoción...que va por dentro y por fuera!!!

Por cierto: me autoproclamo "Tío enológico y guía espiritual de la criatura" además que, para otros menesteres, tercien.

Un abrazo y mucha salud.
Bienvenida al mundo SYRAH.

Javier.