El silencio de los vinos blancos: Inmácula, El Borujo, Eitelsbacher Karthäuserhofberg ("classics" de Tenteniguada)

Ya lo ven, nacen desiguales, distintos, bocas minerales, aromas muy intrépidos, irracionales, cálidos y llamativos; con tiempo y empatía beberíamos lo mismo, un vino de colinas pronunciadas, de laderas frente al mar o de montañas en la intemperie salvaje.
Hemos disfrutado de estos vinos en este inicio de periodo estival casi. Agobiados por la inhumana calima africana, crujir frio en la boca es un placer.
Cada diá más sorprendido por este magnifico "chablis" canario (copio a "Arafero") que te deja involucrado con los estilos que estan surgiendo en las islas; el vino navarro es una delicia, novedad para mi, pero que hay que seguir el trabajo de esta gente. Del vino del Ruwer huelgan comentarios, es todo clase y dignidad.
Nos volcamos con las fragancias activisimas del vino blanco. Hay un gran repertorio. Aqui puede la cosa saltar por los aires, malvasias, airenes y rieslings, la viognier o la chardonnay con mucha viura y palomino.
Ojalá tengamos algo que confesar!