El salto a la estratósfera... R. López de Heredia Cosecha 1920

La discusión se vió reducida muy rápidamente a ataques personales completamente injustificables. Yo colgué la crónica de una cata en la que los protagonistas fueron un Prado Enea 73 y un Bosconia 42. Cierto directivo de aquella organización a quien consideraba un gran amigo (ahora, pues, no tanto) se ensañó conmigo e insistió en que aquel Bosconia 42 no podía haber estado vivo.

Luego transpiró que el personaje en cuestión llevaba décadas sin probar vinos de López de Heredia y basaba su opinión sobre ese Bosconia (que él no había estado con mi grupo para probar, pues se hallaba del otro lado del charco) en algún misterioso conocimiento ajeno a cualquier experiencia empírica y actual.

En fin, ante el tipo de injurias que se lanzaron contra mí yo me puse a hablar de ciertos conflictos de interés y circunstancias dudosas en torno a las opiniones expresadas por ese personaje y... El resto es historia.

Poco después de aquella porquería (me quedo corto con tal palabro, pero bueno, imagínate tú como me sentía...) tuve severos problemas de salud. Tres operaciones de retina, la pérdida de uno de mis ojos y un despertar a otro tipo de realidad. En fin, Verema me sirvió como algo refrescante y ahora, pues, no la cmabio por nada. En estos dos años habré tenido algunos leves mosqueos, pero nada de lo que no pudiésemos luego reirnos los envueltos (bueno, menos cierto vinatero ";superstar"; de Rioja que seguro que no me quiere ver ni en pintura por cierta broma escatológica que una vez hiciera a su costa...)

En fin, it’s been a sweet tabarra.

M.