Mediterraneo...

45 respuestas
    #1
    in vino veritas

    Mediterraneo...

    MEDITERRÁNEO

    Reconozco que abandonarse al borgoña es sin duda el máximo placer a la hora de disfrutar vino, con ese mágico triángulo variedad-clima-suelo. Cuesta resistirse a esos tintos tan delicados y fragantes, y a una variedad como la Pinot Noir que aunque aparentemente frágil es capaz de envolver y asimilar los aromas del roble y fundirlos dentro de esos maravillosos frutillos rojos con extraordinaria facilidad. En la borgoña todo es música, no hay partitura, y por eso yo me reconozco un incondicional burguiñón sin ningún pudor ni reparo, ya que al fin y al cabo el vino es disfrute y la vida enopática muy corta (con plena conciencia de lo que bebes apenas 30 o 40 años).

    De todas formas en los últimos años he ido recuperando mi afición por los vinos mediterráneos, dejándome seducir por ese carácter rústico en el que sin duda la intervención humana es tan determinante para acercarlos a la frescura y la elegancia. Es un disfrute distinto al del borgoña, parte de la necesidad de observar el esfuerzo y la inteligencia del hombre más que la fuerza de la naturaleza.

    Claro está que me mueven otros motivos, ya que para empezar nací y vivo a orillas del mediterráneo, ese hermoso mar que desde tiempos remotos fue el promotor de la expansión de la vitis vinífera entre la antigua Grecia y la península ibérica, a veces incluso en sentido ascendente como en el caso de la mourvédre (monastrell), nombre que proviene de la denominación visigoda de la ciudad portuaria de Murviedro (Sagunto), y que en realidad se trata de una variedad originaria del sudeste de España.

    Hemos vivido la progresión en la elaboración de los vinos mediterráneos españoles en los últimos 20 años con auténtico asombro, observando el cambio radical de algunas zonas históricas del Levante y Calaluña, con el milagro del Priorat como botón de muestra. En todas ellas se ha ido aumentando la calidad año tras año con buena nota muchas veces por parte de la crítica especializada.

    De todas maneras y después de tantos avances, veo aún mucha distancia con nuestros vecinos franceses e incluso italianos. No se trata de un criterio de calidad, o por lo menos no se trata de un criterio de calidad objetivable, sino más bien de un criterio conceptual, es decir, del patrón que seguimos en la concepción de nuestros vinos.
    En la mayoría de casos estamos elaborando vinos de gran volumen y marcado estilo nuevo mundo donde la fruta es el máximo exponente en contrapartida al estilo europeo que busca equilibrio y frescura en sus vinos. Debemos hacer una reflexión de hacia donde pretendemos orientarnos, quizá la misma que ya hicieron los italianos en la Toscana, donde hace años que dejaron de ”flirtear” con el estilo transoceánico y pusieron sus ojos en Francia.
    Nuestras elaboraciones actuales están encaminadas a potenciar la fruta en los vinos como quien venera a un dios. Algunos viticultores cuando dan a catar su “sopa de frutas”, atribuyen el estilo a la fidelidad que ellos tienen a su clima, a su zona, a su terroirrr ... Olé la fruta !!, el dios fruta.!!!

    Elaboramos vinos que pueden ser a veces ricos y muy afrutados, pero carentes por completo de personalidad y carácter. Ningún degustador de café se prepararía un expreso para apreciar las características y atributos de las distintas procedencias del mismo, sino que siempre utilizaría un sistema de infusión para no perderse determinada mineralidad o un especial amargor. Esto no quiere decir que no pueda ser capaz de valorar una buena calidad de café en un ristretto.

    Si hacemos un repaso de nuestros vinos mediterráneos empezando por el sur nos daremos cuenta que mientras nosotros inundábamos Murcia y Alicante de robustos vinos afrutados, nuestros vecinos hace años que en Bandol consiguen personalidad y profundidad en sus mourvédres. Pibarnon, Pradeaux o Tempier, alcanzan un placer y elegancia a los cuatro o cinco años difícil de conseguir en los vinos del levante. En Tarragona, Terra Alta y Montsant también dominan los viticultores “fieles a su terroirrr...” y a sus vinos bien corpulentos; e incluso en el Priorat sólo unas cuantas voces albergan opiniones interesantes acerca del equilibrio, la elegancia, la fragancia, el matiz, el terruño, la personalidad..., y aun menos encontramos vinos consecuentes con esas opiniones. En aragón aparte de los acertadísimos sencillos vinos de Campo de Borja, ningún vino caro se rige por otros dioses que el dios fruta, nadie parece haber estado interesado en inspirarse en Rayas, ni Pegau, ni en Bonneau. Si subimos al norte solo unos cuantos quilómetros separan al Empordà del Rosellón con la sensación de que son días de viaje. En el empordà vemos esas garnachas concentradas, muchas veces incluso con notas de pasificación como ejemplo de lo que es un buen vino y una buena madurez fenólica. En el rosellón por el contrario hay muchos pequeños productores con ideas propias encaminadas a mostrar identidad, lo cual se traduce en un abanico de estilos y sensibilidades diverso. Si es verdad que entre tanto ingenio también tienen su hueco algunos viticultores que elaboran vinos frikis, es decir, diluidos, sin tanino o con un tanino débil, insulsos, sin carácter y muchas veces acompañados de oxidaciones excesivas, en oposición frontal al estilo nuevo mundo, despertándome el mismo interés unos que otros.

    Dentro del rosellón una de las bodegas que pasan por su mejor momento es sin lugar a dudas Domaine Gauby. Gérard Gauby gobierna con maestría sus 40 ha. de viñedo. Conoce, estima e interpreta sus cepas, haciéndose preguntas constantemente para mejorar sus uvas año tras año y conocer mejor sus diferentes fincas. Busca en su viejo viñedo conseguir racimos sueltos y con granos de buen calibre, porque es en ellos y no en los apretados de grano pequeño donde ha constatado año tras año que encuentra más sabor y armonía, y huye por sistema de tópicos generales que casi nunca sirven para nada.

    Su hijo Lionel se encarga de la elaboración de los vinos. Gérard es joven todavía pero sabe que su hijo tiene más talento que él para la elaboración y la deja en sus manos. Que grandes son los grandes !! Lionel elabora unos vinos de bonito color cereza intenso y taninos firmes y sedosos. En la vendimia persigue mostos que al fermentar aseguren aromas florales y especiados. Fruta ya sabe que tiene. Su maceración es prácticamente una infusión, mojando el sombrero solo lo necesario. Son vinos llenos de talento que huyen del volumen fácil pero no renuncian a la estructura y firmeza que les corresponde.

    Que hermoso es el mediterráneo; con su color, su paisaje, sus vinos ...


    Joan València

    por compartirlo/comentarlo...tengo más...de otros cracks...os suena Alberto Redrado, por ejemplo?

    #2
    Jose_J
    en respuesta a in vino veritas

    Re: Mediterraneo...

    Ver mensaje de in vino veritas

    Buenas, paisano.
    Los vinos mediterráneos son los más placenteros, sin duda...
    Los borgoñas, los más placenteros para el intelecto, y los menos para el bolsillo.
    Yo suelo tomar los mediterráneos de lunes a viernes-tarde(bullas, jumilla, manchuela...) y los fines de semana me voy al norte(hoy han caído un borgoña(Nuits-Saint-Georges) madurito(2001) y un burdeos de Gerard Perse del 2005(bueno, el más barato, de Cotes de Castillon.....)

    Hemos bebido SOMA y nos hemos vuelto inmortales; hemos alcanzado la luz y desc..

    #4
    Víctor Bcn
    en respuesta a in vino veritas

    Re: Mediterraneo...

    Ver mensaje de in vino veritas

    Hombre así sin reflexionarlo mucho pienso que cuando vas probando y probando, llegas a un punto que buscamos personalidad como bien dices, y esto va muy ligado a su capacidad de transmitir el terroir, como tan bien reflexionas, de ahí que nos inclinemos por las regiones o estilos que comentas antes que los de la "fruta" pero sin personalidad. También creo que el problema de los vinos españoles para mí es su ausencia de capacidad de interpretación, es decir, de sabernos ubicarnos, de quizás un exceso de ambición, debido a quizás, en el fondo a un cierto complejo de inferioridad y por ello intentamos equipararnos a climas que no son los nuestros, y también de menospreciar nuestros valores más fiables (Jerez, Riojas viejos) y esta es una lectura que me parece muy habitual aquí en España. No sé si me explico muy bien, pero como digo así de primeras es lo que me viene a la cabeza sobre el fondo de la cuestión que planteas.

    No obstante creo que la Borgoña la tenemos un poco mitificada, no sólo nosotros, si no en general... Pero que no parezca un ataque a estos vinos, si no quizás algo de "desmitificación" de esta zona y vinos... Para mí le falta algo más de regularidad entre productores, añadas, botellas... Sea quizás por esto que la hace tan grande no?

    Saludos.

    #5
    astolfi
    en respuesta a in vino veritas

    Re: Mediterraneo...

    Ver mensaje de in vino veritas

    Disculpa mi ignorancia supina: cuando habláis de Burdeos doy por hecho que habláis de tintos, pero cuando dices Borgoña, qué? Blancos, tintos, ambos dos?
    Y ya que estamos: qué me recomendáis de estos vinos de hasta 40 euros que sean accesibles por aquí?

    #6
    descorche
    en respuesta a in vino veritas

    De acuerdo en "afrancesar" nuestro mediterráneo...

    Ver mensaje de in vino veritas

    ...Pero, ¿y la progresiva "nuevomundición" del mediterráneo francés en los últimos tiempos?.
    Estamos en la misma onda de no-mitificación...¿o no?.
    Que hermoso es el mediterráneo de verdad y no el que nos venden...

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar