2001 y 2004, Valbuena y Vall Llach y el florete de Nic Weis

Pues con motivo de final de febrero de este año descorchamos vino otra vez.
Un 2001 Valbuena que va hacia adelante, suma y sigue, con cedro y seda, con excelente calidad de fruta mostrando esplendor en el paladar, viva acidez y a veces atractivamente tánico contra un Vall LLach 2004 nada embotado, severo, dulce con una suculenta trayectoria en boca, fina cariñena, vigorosa y con mucho impacto. El primero con honores fue el Leiwener Laurentiuslay 2007 tardío delicado con pomelo, belleza sumergida en una emocionante expresion en el paladar con toques acaramelados, limón verde, azucar quemada...
El Vall Llach que vino un dia despues del Les Terrasses 2004 qué bien deja algunas cosas, ciertamente; daba gusto saborearlo. Hay que dejar un rato largo. Se decantó media botella. Habia diferencia pero todo fue uno luego, como deber ser y los recuerdos de lacteos y torrefactos del Valbuena con fruta negra compotada y minerales sensaciones con la hermosa complejidad que enreda en los vinos VS hizo una hermosa velada de vinos...con ese activísimo recuerdo de albaricoques con pieles de naranja, suave mineral con puntitas de petroleo pero sin herir todavia el spätlese. ¡Qué tarde!