Magnifica velada con vinos de bodegas LAN

El jueves, y gracias a la colaboración de la bodega, tuvimos la oportunidad de organizar una cata de algunos de los vinos más representativos de Bodegas LAN. La cata estuvo seguida de una cena en el Restaurante-Museo “La Casa del Ángel”, que una vez más se volcaron en atenciones con nuestro grupo.

La presentación de los vinos y de la Bodega fue a cargo de Ricardo Mendoza, delegado de la bodega para el Sur de España. Fue muy interesante y amablemente contestó a las preguntas que le hicieron los asistentes. Las fotos que incluidas en las presentaciones encantaron al personal, sobre todo fue muy comentada la impresionante sala de barricas de LAN.

Comenzamos catando el Santiago Ruiz, y tengo que decir que para mí fue todo un descubrimiento. Ya habíamos hecho una cata monográfica de vinos de Rias Baixas en mayo de 2005 y la verdad es que -salvo muy contadas excepciones- los vinos nos decepcionaron por su escasa potencia aromática y falta de complejidad. No fue el caso con Santiago Ruiz. Maridó sorprendentemente bien con la porra antequerana y los aperitivos que nos sirvió el restaurante al finalizar la cata.

Continuamos con un mano a mano entre el LAN Crianza 2003 y Viña Lanciano Reserva de 1999. El crianza se mostró muy agradable desde que se sirvió en la copa, con unos aromas frutales -fresa madura- sobre las notas de crianza -chocolate, café-. Nos pareció que es un vino muy competitivo en su nivel de precio.

Al Viña Lanciano le costó un poco abrirse, pero dándole un poco de tiempo, terminó por demostrar que es un buen vino, con una acidez excelente que hace de él un buen compañero de la comida -en definitiva, eso es el vino-. Muy bien acompañando al rabo de toro.

A continuación, el ";plato fuerte";, con Culmen 2001 y LAN Edición Limitada 2003. Ambos estuvieron decantados algo más de hora y media. El Culmen, desde el descorche, se mostró arrollador. Una nariz compleja en la que se entremezclan la fruta roja madura con las notas de la barrica, con muy buena potencia aromática y una gran complejidad. Cambiante y sorprendente. En boca, magnífico, con muy buena estructura y un largo final, aunque creo que le falta algo de botella para terminar de redondearse. Espectacular.

El Edición Limitada no llegó a abrirse por completo. Notas minerales (grafito, mina de lápiz, talco) y la fruta bastante tímida. En boca sin embargo me gustó bastante más. Tal vez necesitase más tiempo de decantación o quizá sea cuestión de dejarlo en botella por algún tiempo para ver si despierta esa nariz. De todas formas gustó mucho y lo tomamos al final del segundo plato, acompañándonos en la sobremesa.

En fin, una magnífica noche en buena compañía y con vinos que seguro quedarán en el recuerdo.

Próximamente publicaremos un completa crónica en nuestro blog contando todos los detalles.

Para terminar, queremos expresar nuestro agradecimiento a Bodegas Lan, y en concreto a Amaya Cebrián por su interés en que se produjera esta cata.