Cero puntos Parker

Me llega esto por mail de Diario del Sur... La verdad es que AJ Linn no tienen pelos en la lengua, pero bueno... Ahí está la cosa:

AJ Linn

En el mundo del vino es difícil encontrar una historia tan inverosímil como la de Robert Parker.

Cuando Parker lanzó su revista Wine Advocate en 1978, su objetivo era iniciar a los americanos en el vino. Su método de puntuación, más tarde conocido como la escala Parker, le hizo ser reconocido como gurú del gremio. Mientras Parker se ocupó de las catas, todo fue bien, pero cuando no dio abasto fue el principio del fin.

Los desmanes de sus colaboradores, le hicieron reconocer públicamente que tenía mucho que aprender sobre supervisar y comunicar. Y lo peor: seguía avalando con su firma puntuaciones de vinos que ni había visto como si los hubiera catado. Al estallar la bomba Campogate en España, perdió mucha credibilidad, y al contratar posteriormente al inglés Neal Martin, con un paladar incompatible con el de Parker, entró en su fase terminal.

Antonio Galloni, otro miembro del equipo, con un sueldo anual de $300.000, fue demandado por Parker, aunque al final todo se solucionó amistosamente. A otros de sus socios parece que no les importaba aceptar favores interesados.

A los pocos meses de haber descontado en los medios la posibilidad de vender su grupo, Parker reconoció que ya estaba controlado por inversores singapurenses, empezando por el principal distribuidor de vinos de allí, aunque hoy por hoy el 73% del accionario está a nombre de su esposa.

La puntilla que certifica que a partir de ahora una puntuación de Parker no reflejará la calidad de un vino ha sido la comercialización descarada de unos caldos de Burdeos seleccionados por él. La operación se hizo entre los nuevos dueños asiáticos y un empresario francés, que ha declarado, ‘No he pagado nada, sin embargo hay un acuerdo….’

Como bien dice un comentarista y ex fan de Parker, “Pronto los asiáticos harán lo que les de la gana con el nombre de Parker.’

Advertencia a las bodegas cuyos vinos presumen de altas puntuaciones Parker: borrón y cuenta nueva; nadie sabe si esos puntos se deben a la calidad de sus vinos o a algún 'acuerdo'.