Conviene puntualizar que no es oro todo lo que reluce en Borgoña y más en

Conviene puntualizar que no es oro todo lo que reluce en Borgoña y más en concreto en Meursault. Cada viñedo, cada productor, cada añada tiene sus propias características y lo que a uno le gusta puede que a otro no le guste nada. Hay que probar todo lo que se pueda y estar preparado para recibir bastantes decepciones, de hecho hace unos días participé en una excepcional cata horizontal de 8 vinos de Meursault Perrieres del 2007 y tan solo 2 lograron convencerme. Y hablamos del mejor viñedo de la comuna.

François et Antoine Jobard es un productor que siempre me ha gustado, estilo austero, vinos con buena capacidad de envejecer, muy transparentes a sus viñedos, mi preferido siempre Genevrieres por su mineralidad, y sus "lieu-dits" En La Barre y Les Tillets siempre resultan convincentes. Pero conviene reseñar que a partir de 2007 el estilo está cambiando y no solo por el diseño de las etiquetas sino por que se está haciendo más "moderno", noto más las maderas, noto más intervencionismo en un productor que siempre ha destacado por su poco intervencionismo. Veremos como evolucionan.

Y en cuanto a que los vinos blancos de Borgoña son los más grandes…yo diría que son de los más grandes, pero para mí la riesling alemana es una raza superior…