Bueno, es una estupenda pregunta, con una simpática segunda intención, lo que

Bueno, es una estupenda pregunta, con una simpática
segunda intención, lo que los niños sinvergüenzones llaman:
";una indirecta muy directa";.
Mi caso, y el de mi marido, es decir de bebedores nulos hasta
hace tres años, no se si será muy típico, pero no está de más contarlo.
En el año 98 hicimos nuestros pinitos haciendo vino, como ya he contado alguna vez, nada, menos de cien litros, hechos con cariño pero utilizando instrumental casero...no estuvo mal!!!, la cuestión es
que nos lo bebimos y nos supo a gloria.
No somos bebedores empedenidos, de hecho tenemos unos ";cuántos"; litros de vino debajo de nuestros piés, en el pequeño
celler familiar, y solo subimos algo cuando nos apetece, pero no es ni
a diario. Nos gusta experimentar cosas nuevas, somos capaces de
bebernos una bañera de vino si estamos bien acompañados y nos
gusta lo que tenemos en la copa, pero todavía no hemos llegado
a beber por beber, bebemos como parte del componente social,
humano y ritual de saborear un buen ";caldo";, de hablar sobre lo que
tenemos en la copa, de compartir el hecho del disfrute emocional y
sensitivo que produce una buena comida, o una buena discusión
a la luz de la lumbre, o a la luz de la halógena, pero con la copa llena
de vino y las tazas de café humeando.
Y si además, como ocurre en nuestro caso, no vamos al cine, casi
no viajamos, no tenemos lujos ";asiáticos";, no nos gusta la ropa cara,
no tenemos coches extraordinarios, no comemos caviar ni langosta,
vamos a pocos restaurantes etc...pues bien podemos permitirnos
el placer de probar buenos vinos, si son a mejor precio, estupendo,
y de tanto en tanto...algún que otro VIP. También estamos metidos
en este mundo, y nuestra obligación es aprender.