Sí, es una bomba de bodega, una bodega que nos traslada al siglo XIX, de hecho

Sí, es una bomba de bodega, una bodega que nos traslada al siglo XIX, de hecho es del siglo XIX. Sin rastro de inoxidable, ni cemento, todo madera,  paredes "empapeladas" de moho, barricas de hasta 40 años...tonelería propia "a la antigua usanza", calados y celdas de película con añadas históricas colonizadas por moho. El "cementerio", un lugar en el que los primeros años que la visitábamos hacíamos las catas entre añadas históricas y telarañas "antipolilla", en penumbra, con su mesa antigua de roble, redonda, su fregadera "vintage". Momentos mágicos, hace años que restringieron el acceso al público general al "cementerio" porque "las arañas sufrían el tránsito y perjudicaba su lucha antipolilla"......antiguos raíles por donde circulan barricas, calado que sale al Ebro, terraza natural que da al Ebro y (creo recordar) a la viña Bosconia. Cada vez que abro una botella de LDH huelo la bodega, yo les tengo mucho cariño, ahí se forjó mi gran afición al vino y a su cultura y siempre nos han tratado de 10. Ahora es más complicado, pero si alguien que no la ha visitado tiene la opción de hacerlo que no lo dude, es una referencia.

Dicho todo esto aquí empiezan las contradicciones; disfruto mucho de los vinos de LDH como disfruto mucho de los vinos de Remirez de Ganuza, por ejemplo, vinos con una filosofía y una elaboración completamente diferentes cuando no contradictoria. El moho y las telarañas serían el anticristo en Remirez de Ganuza....qué queréis que os diga, si esto no es magia se le parece mucho.