Hubo un tiempo, lejano ya, que Viña Gravonia era prácticamente el blanco de mi

Hubo un tiempo, lejano ya, que Viña Gravonia era prácticamente el blanco de mi casa (bueno, de la de mis padres, que era dónde vivía yo por aquel entonces). Era un vino que incluso regalaba a gente sin ningún problema. Era el vino que utilizaba para "enseñar" a la gente que no le gustaba el vino blanco, que había más vinos blancos que los que había probado. No sé cuántas botellas entre Viña Gravonia y Viña Tondonia me habré bebido, pero seguramente rondarán las 30-40. Si no más.

También recuerdo no hace demasiado cuando en los bares de Haro lo tenían por copas.

Incluso Viña Cubillo que parecía inmune a esa locura, el otro día lo vi por más de 18 euros en una tienda.

Supongo que salvo chaladura o desconocimiento en alguna tienda o restaurante, es un vino que ya no beberé más. (Me refiero a los blancos).