Re: Rudy Kurniawan, el gran falsificador de vinos, ha vuelto!
Siempre he pensado que la falsificación de vinos era el timo casi perfecto, al menos hablando de vinos legendarios y exclusivos. Un Romanée Conti de 1934 es un vino que quien lo compre es raro que abra y beba. Y en caso de abrirlo, salvo que sea muy, muy evidente casi nadie va a saber decir si el vino era el que era o era otro. De hecho a Kurniawan, por lo visto, le pillaron porque vendió alguna botella que jamás se produjo.
Aitor Alegría Alonso (@siempre_a_plato)