Vino procedente de organizador/empresario de eventos hosteleros burgalés.

Vino procedente de organizador/empresario de eventos hosteleros burgalés. Típico vino del "lotero" de turno que, o te las llevas todas, o no te da ninguna. Tenía buen surtido -ahí consegui mi primer ygay del 25 y los primeros 890 antiguos- y el precio era una ganga, 25 euros por botella, pues adelante. Agradable recuerdo de cuando viajaba sin dudarlo ante una buena compra.

A la vista exterior era botella de derribo. Pues bien, todo lo contrario -el corcho limpio y un primer aroma lo confirmaba-, con toda la tipicidad de los viejunos de mitad de siglo, muy elegante, bien conservado por una buena acidez y con presencia de unos terciarios finos, no excesivos, que redondeaban un conjunto de buenas hechuras. Se comportó perfectamente durante toda la comida y aguantó, algo más fatigado, hasta las dos últimas copas en la cena. 67 años, que para mi bien quisiera en su día.