Lo de los italianos con los vinos es de traca . No solo en Florencia y Roma,

Lo de los italianos con los vinos es de traca . No solo en Florencia y Roma, sino en toda Italia (aconsejo Sicilia en Verano y pedir un tinto siciliano mientras a un tío le pegan un tiro en pleno centro de Palermo). O pedir un Taurasi de Napolés para abajo. Pero es que en el norte pasa también, aunque aquí (Venecia, MIlán, Bérgamo) son algo más serios.

Lo habitual más abajo de Florencia, salvo en sitios que tratan bien el vino -algunos hay-, es encontrarse los vinos apliladas al lado de la cocina, si no de camino al WC. Por supuesto, en sus cajas. Las vinotecas, un auténtico misterio.

El servicio del vino, horroroso -incluso en sitios de un cierto nivel-. Lo sirven casi siempre a temperatura ambiente, con lo cual a partir de mayo es de horror.

Luego llega el tema de pedirles que lo enfríen. Imposible hacerse comprender -incluso en un buen italiano-. ¿Cubitera con agua fresca y con hielos? Te ponen una cara de que estás loco y te dicen que lo meten 10 minutos en el frigorifico. Mientras tanto, a verlas venir.

Y ojo, igual da que pidas un vino de 20 o de 40. Ellos con su funiculì, funiculà, felices.

Total, que salvo excepciones al final mucha cerveza y, si es por arriba, un spritz.