Hombre, tanto como "erotizado" no te diría. Pero sí hay una que la veo, la miro

Hombre, tanto como "erotizado" no te diría. Pero sí hay una que la veo, la miro y la recojo; la vuelvo a ver, me pregunto si ya o no, la guardo, meto -o saco- otras botellas, y ahí esta otra vez, viendo pasar el tiempo, la puerta de Alcalá.

Digo que de la siguiente no pasa, pero leo por ahí de ella y me dicen que mejor esperar. Me voy a Cellar trackerd y la ponen de cine, pero, desconfiado, me tomo una de su quinta y está bebé. No es el momento -me digo-. A guardar otra vez, hasta que vuelve a aparecer, cual día de la marmota.

Y, cuando aparece, la guardo de nuevo en espera de una "gran ocasión", la cual no llega. Y cuando llega -léase cumpleaños, aniversario, navidad- concluyo que hay otras botellas que deben ser bebidas antes. Y venga para adentro otra vez.

Se llama Rothschild. Mouton Rothschild. Del 2005.