He abierto las de sabor a pimienta y limón, que lógicamente no llevan nada de

He abierto las de sabor a pimienta y limón, que lógicamente no llevan nada de tan exóticos ingredientes, sólo aromas a pimienta y a limón.

Sería injusto decir que están malas, se dejan comer, pero prefiero mil veces más las clásicas patatas fritas de toda la vida. En mi caso, ni regaladas, como es el caso, me las voy a comer.

Yo prefiero, que cuestan la mitad de precio que éstas, unas que venden en Lidl fritas en AOVE, por 0.99 € la bolsa, y de vez en cuando de oferta por 0.79 €, y además vienen 150 g, en las saborizadas son 120 g. Acabo de descubir que las elaboran en Valencia.