Pues aún peor, monta un templo del vino como placer y no para ganar dinero y

Pues aún peor, monta un templo del vino como placer y no para ganar dinero y después va colocando vinos estropeados para no perder el dinero, no le veo ningún sentido.

En concreto me refería a una parte de la ingeniería fiscal, aquella que tensa tanto el filo de la ley que lo traspasa.

Hacienda, eufemismo de recaudadores de impuestos, también lo hace, como bien dices, pero a la inversa; meten el palo cometiendo ilegalidades sabiendo que tu defensa será compleja y cara y ellos en cambio la tienen gratuita y con sueldos pagados a nuestra costa. El estado siempre gana, hasta cuando Hacienda pierde.