Como ya sabéis, estas semanas corren muchas noticias falsas y/o sin rigor

Como ya sabéis, estas semanas corren muchas noticias falsas y/o sin rigor científico sobre el Covid-19. Pues bien, el mundo del vino tampoco se ha salvado.

Leyendo este artículo me ha sorprendido saber que el 23 de marzo la FEAE (Federación Española de Asociaciones de Enólogos) emitió un comunicado afirmando contundentemente que la supervivencia del virus en el vino parece imposible y que el consumo moderado de vino puede contribuir a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, ya que en esta última zona es donde anidan los virus durante las infecciones. Todo ello sin mencionar fuentes de investigación ni apoyo en estudios o datos empíricos.

En pocos días estas afirmaciones gratuitas se difundieron en las redes sociales. Frente a la inconveniencia de lanzar estos mensajes injustificados, inexactos e incluso peligrosos para la salud pública, la agencia EFE le dedicó una nota el día 27 de marzo. En consecuencia, la FEAE difundió el 3 de abril una ampliación en la que, lejos de rectificar, involucró a la UIOE (Union Internationale des Oenologues), entidad de la cual no se encontró ni rastro de dichas afirmaciones.

Finalmente, el 14 de abril la FEV (Federación Española del Vino) publicó mediante circular que “según el Reglamento Comunitario de Alegaciones Nutricionales y Propiedades Saludables de los Alimentos 1924/2006 y la Ley Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición 17/2011, sólo las entidades de base científica pueden hacer difusión de estudios relacionados con la salud”, por ejemplo FIVIN (Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición), que el día 17 de abril reafirmó que “no hay ningún estudio ni demostración científica que nos lleve a concluir que el vino pueda tener un efecto protector frente al contagio por Covid-19 o combatirlo”.

Después de toda esta historia que os he trasladado imaginaos que, habiendo personas que creen que cuando un tinto tiene aromas de fresa es porque se las echan, leer afirmaciones como que el vino contribuye a la higiene bucal y evita el contagio puede comprometer la salud pública. Con este ejemplo, y como interesados en el mundo del vino que somos, ya que no lo hacen algunos de los que debieran, somos nosotros quienes hemos de poner en tela de juicio toda información que nos llegue y, en mi opinión, representar fidedignamente aquello por lo que disfrutamos.

Y perdonad por la tabarra pero me apetecía explicarlo ;)

Salut!

PD: basado en el artículo “Lo llaman fake news, pero es acientificismo” de Núria Gibert, publicado en la revista Acenología