Bebiendo esos vinos, para qué cambiar de marca ni referencia, jejeje. En el

Bebiendo esos vinos, para qué cambiar de marca ni referencia, jejeje.

En el mundo terrenal, alguna cosa interesante ha caído últimamente.

Heymann-Löwenstein Ein Sommernachstraum 2000: De una añada horrible este productor de talla mundial sacó esta rareza, que a pesar de ser un riesling trocken (seco) posee un dulzor residual delicioso, debido a lo que el dueño de la bodega llama Shakespearianamente "Sommernachstraum" (o sueño de una noche de verano): una terminación temprana y natural de la fermentación, dejando algunos azúcares sin transformar.

Un maridaje supremo: Dom Ruinart '96 y chocolate Pacari con arándano rojo: El chocolate con toques cítricos le va impresionantemente bien a los espumosos, como ya pudimos comprobar hace unos meses en una cata con diferentes vinos y chocolates. Si ese espumoso es el top de Maison Ruinart, que envejece de fábula, pues ya ni os cuento...

Un abrazote!