Los jóvenes franceses (y españoles, e italianos y de prácticamente todas las

Los jóvenes franceses (y españoles, e italianos y de prácticamente todas las nacionalidades), lo que quieren (o hemos querido cuando éramos jóvenes) es divertirse, pasarlo bien, y si algo se pone de moda, pues estar a "la última" (recuerdo muchísimas bebidas destiladas que tuvieron sus modas teniendo yo 16-18-20 años y que hoy día me consta que ya no lo están). 

Ese furor del vino azul entre la juventud, no tiene nada que ver con que les guste el vino realmente, beben lúdicamente una bebida (sea vino o no) que está de moda, de sabor dulzón (algo que gusta a la inmensa mayoría de jóvenes) y que, encima, lleva alcohol, les coloca y les pone. En ese sentido, desbanca a las clásicas sangrías, kalimotxos y demás bebidas a base de vino que fueron populares en jóvenes del pasado (como fue mi caso, en mi época el kalimotxo causaba también furor en los botellones, con vino de cartón llamado El Caserón, claro está).

Haciendo memoria, recuerdo cuando estuvieron muy de moda, además del kalimotxo, el Bayleys, el Vodka con naranja o limón, cuando White Label se consideraba whisky de prestigio en el ambiente discotequero (y la inmensa mayoría eran rellenados de bebida a granel), el Gin Tonic se consideraba bebida "de viejos" (como el vino a "palo seco") y los chupitos de Tequila con sal y limón hacían furor. Luego, pasaron los años y el GT resurgió y empezó el tema de las ginebras e irrumpió Bombay Sapphire como ginebra azul que muchos pedían por la diferenciación y exclusividad que creían aportaba respecto al resto de ginebras. Llegaron además más variedades de chupitos de todo tipo de licores y, desde hace no menos de 25 años, Coronita era (y es) la cerveza suavecita de aquéllos a los que realmente se considera que no les gusta de verdad la cerveza.

Sólo en ambientes de buen nivel económico, veías gente joven (pero ya brincando los 25) bebiendo algún vino o, como era también costumbre en lugares de moda caros, bebiendo botellas de Champagne Moët Chandon a 80-100€/botella como "lo más de lo más", pero no tanto porque el champagne gustara, sino porque entraba bien y, sobre todo, la cubitera, las copas y el símbolo de estatus y exclusividad que aportaba (postureo puro y duro en la época Pre-RRSS), no tenían precio cuando un joven adinerado quería darse el pegote ante sus amigos en un local de cierto nivel económico.

Todos hemos sido jóvenes. La juventud es, en parte ignorante pero cree también saberlo todo de la vida, inconformista, arriesgada, anti casi cualquier cosa clásica (sobre todo si sus padres la hicieron también), rebelde, le gusta la novedad, lo "cool", lo último, la moda, no importa casi nunca la calidad de lo que come y bebe cuando uno tiene menos de 25 años (lo que importa es cuidar el bolsillo, pasarlo bien y hacer o tomar cosas de moda que, si es posible, se salgan de los cánones de tus mayores).

Luego, uno crece, se va haciendo mayor y empieza a tener cierto criterio propio que le hace despegarse de muchas modas, brebajes y tonterías que hizo siendo más joven, pero eso no es ni mejor ni peor, es simplemente, una etapa más de la vida y "Cosas de la Edad" ;-)