Foro de Vino > Filosofamos un poco...?

Hace mucho tiempo que no "me paso por aquí". Hola a tod@s!!! Se me ocurre

<< Volver al mensaje 'Hace mucho tiempo que no "me paso por aquí". Hola a tod@s!!! Se me ocurre'

#1
in vino veritas

Filosofamos un poco...?

Hace mucho tiempo que no "me paso por aquí".

Hola a tod@s!!!

Se me ocurre cierto "experimiento sociológico": filosofar un poquito con el vino...a ver por dónde sale cada quién...jugamos?

Primero, leamos este artículo:

http://www.revistagq.com/la-buena-vida/comer-y-beber/articulos/asi-es-como-los-tintos-plantan-cara-a-los-blancos-cerveza/26033

Fresco, adecuado y con el estilo inconfundible de Jesús Terrés (Nada Importa), al que me encanta leer de vez en cuando.

Y ahora, nos pondremos excesivamente metafísicos (adrede) para "provocar" (lo que séa, aunque séa la naúsea):

Estos primeros párrafos son importantes para evitar malentendidos y les remito a ellos al final de mi argumentación con tal fin.


 

No conozco personalmente a ninguno de los protagonistas de este artículo, salvo a uno, que considero "amigo" y, sin embargo, "extraño". Intentaré explicarlo luego. Digo todo esto para evitar cualquier interpretación "ad hominem", puesto que mi reflexión va al concepto o idea y nunca a la persona (per sonare).


 

Dicho esto, comentar que, con largas intermitencias, he leído y leo a Jesús Terrés (nadaimporta) y que me gusta y le admiro, por representar para mí algo "de otra época", una especie de hedonismo elegante que brilla por su ausencia, desgraciadamente, hace muchas décadas (casi diez).


 

Luego está otro profesional del vino, al que no conozco y respeto (a partes iguales) y con el que empatizo en lo "teatral"...digamos que yo también realizo en mi vida profesional "labores comerciales", por lo que no siempre "se es uno mismo". Creo que me entienden (no suelo poder hablar profundamente de vino con unos novios, si me dedico a vender bodas).


 

Vaya en defensa del primero y del segundo, tanto en cuanto que entiendo sobradamente que hay que "vender vino y artículos" y yo vivo, como ellos, en este planeta.


 

Hecha la introducción, donde insisto, quiero dejar clara mi total ausencia de acritud en mi reflexión (más allá de eso, ojalá desembocara en compartir unos vinos, palabras y risas con ellos), entraré en materia.


 

Y esa materia no es otra que el vino (primera mentira, el vino es una excusa tan buena como cualquier otra para lo que voy a decir).


 

¿No han visto/leído ustedes un "corte" tremendo en este artículo?


 

¿No se han percatado de, por llamarlo de alguna forma, dos "mundos" diferentes?


 

Esos dos mundos son, ni más ni menos, que los que separan a la "persona" del "ser". Que no es lo mismo, se lo digo yo.


 

Persona, etimológicamente viene de "per sonare", es decir, "para hablar", referido a los actores, miles de años ha...


 

Sin embargo el "ser", es otra cosa. Íntima, tanto que de tan cerca a nosotros mismos, no lo vemos. No nos percatamos de nuestro "ser".


 

Y en este artículo (que utilizo vilmente para mi fin) se refleja perfectamente lo que intento decir: va de la máscara, de la falacia, de la pose (inconsciente, no acuso a nadie de nada) hacia el contenido, el concepto, a cierta verdad, al "ser". Sé de lo que hablo, créanme: mi "máscara" llegó a ser "célebre"...no hablo desde ningún atril superior ni inocente.


 

Llevamos miles de años "pensando" siempre por oposición de contrarios. Es inconsciente, no nos percatamos, sin embargo difícilmente sabemos salir del bien/mal, frío/caliente, seco/húmedo...y no se engañen, toda esta "relatividad y subjetividad" que parece venir imponiéndose desde hace pocos siglos, no nos acaba de sacar de esa nefasta dialéctica.


 

Les hablaré de mi "amigo", entrecomillado por lo "extraño" (como tantas cosas en mi vida últimamente).

Somos "extraños amigos" porque realmente ni nos vemos, ni compartimos ni existe cotidianidad alguna entre nosotros, sin embargo...yo creo que sé quién "es", por la sencilla razón de que hablamos de otra dimensión, de otro estadio, donde lo cuantitativo apenas cuenta, siendo lo cualitativo lo verdaderamente importante. Y cualitativamente sí, lo confieso...hemos compartido.


 

Creo que llevamos unos cien años (mejor 200) totalmente perdidos, viviendo una época absolutamente decadente, con el suelo moviéndose bajo nuestros pies, sin norte ni referencias, sin orientación alguna, con viejos sistemas caducos y decepcionantes pero sin los nuevos aún a la vista. Y en estas circunstancias proliferan las (nefastas, por lo general) autoayudas, ahogadas en nuestro propio vómito e inmersos, como ya he dicho, en ese pensamiento maniqueo, bipolar, pendular y binario del: si/no, bueno/malo, concentrado/Atlántico...


 

Y así, apresados en una ciénaga de falacias, nadando contracorriente y sin movernos del mismo punto en ese mar de estupideces, no lograremos avanzar.


 

Y digo estupideces porque lo son (sin el menor ánimo de ofender a nadie), porque hablar de "tintos con espíritu de blancos" es sólo un "titular" (que entiendo y no critico, intento ser crítico más allá de eso), hablar del "nervio" y la mucha acidez, o la escasez de sulfuroso u otras sandeces por el estilo, es una pura pose sin contenido alguno, puesto que no encierran en sí mismos ningún "valor" (solo son características aisladas sin contexto).


 

Como ven, más que hablar de vino estoy utilizando el vino para hablar de cómo veo yo la época que nos toca vivir, sin dejar por ello de hablar de vino.


 

No atacaré más a la "persona" (per sonare) y me centraré en el "ser" (extrañas amistades...conoces tu propio ser? Inténtalo!).


 

Alberto Redrado Calavia , que en sus párrafos finales del artículo que nos ocupa, en mi opinión, da un salto cuántico, inconmensurable y descomunal sobre en lo que en dicho artículo (ligero, desenfadado, fresco) se está diciendo, va directamente al "conocimiento". Alberto se acerca al vino desde el "ser" y no desde la "per sonare". Alberto conoce y sabe.


 

Los que me conocéis sabéis que cuando hablo de vinos "grandes", hablo de cierta "magia", de algo que no es posible explicar con el lenguaje (por eso existe la poesía). Hoy quiero decirlo, como conclusión provisional de esta reflexión: creo que esa magia está relacionada con el "diálogo" que el vino (grande) establece con nuestro verdadero "ser" y no con la máscara, no con la persona.


 

Y en ese estado de cosas, hablar de poses es absurdo. Los vinos "superestructurados" surgieron porque un montón de productores mal interpretaron a Robert Parker (grandísimo catador que en ese momento valoraba mucho la sensualidad y voluptuosidad de un cierto tipo de vino...grande) y toda esa moda de acidez atlántica (la he defendido hasta la saciedad), variedades autóctonas (cuanto más desconocidas, mejor, pero como pose, superficial), vinos naturales (sin tener nada en contra, aunque sí combato toda "religión"), sulfurosos y demás sandeces, no son más que el reflejo de lo perdidos que estamos, y de la ayuda y orientación que necesitamos.


 

Recuerdo perfectamente, con Alberto (y algún otro), un Haut-Brion 05 en una sierra, unas cuantas verticales de grandes del mundo, unas cuantas discusiones, en definitiva, unos cuantos intentos de dejar aflorar al "ser" que somos, haciendo callar a nuestra charlatana persona/máscara, mientras sentíamos cosas tan "mágicas" que en cuyo nombre y honor he escrito estas palabras.

 

Y ahora, a ver qué pasa...

...se admiten insultos, si son graciosos...

Cheers!!!

 

 

<< Volver al mensaje 'Hace mucho tiempo que no "me paso por aquí". Hola a tod@s!!! Se me ocurre'

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar