Sinceramente, no creo que se haga competencia desleal vendiendo en bodega por

Sinceramente, no creo que se haga competencia desleal vendiendo en bodega por debajo del precio en tienda.
Siempre he visto este asunto como un abuso del distribuidor y una escusa o mala técnica de venta y fidelización hacia los visitantes por parte de las bodegas y , en concreto, hacia los buenos aficionados que nos gastamos una pasta en vino. Y digo esto porque tras el berrinche, yo lo que hago es comprar poco y por última vez, que hay muchas bodegas en España y muchos vinos que probar.
Se quitan las ganas de visitar bodegas y de pagar ciertos precios por las visitas, que en muchos casos, son muy exagerados.
Después de tomarte la molestia y de hacer el gasto para acercarte a una bodega que puede estar bastante lejos de la civilización no se puede penalizar al visitante, que en muchos casos, no va a comprar ni siquiera una caja, lo que hay que hacer es animarle a comprar.
¿De qué sirve entonces dar a probar un vino que vendes en una visita?
Entiendo que se fije alguna condición para la compra, como venta mínima de una caja. Entiendo también que la bodega no realice venta alguna al público pero que haya un comercio o restaurante de la localidad más cercana que se haga cargo de esa venta a ese precio razonable.
Creo que los bodegueros no acaban de entender que el aficionado que compra bastante no sólo compra para él sino que también regala y promociona el producto. El problema es que el distribuidor ve a este promotor como una competencia en su negocio.
Creo que en otros países se vende más vino porque esto se entiende de otra manera.
¿Cómo es posible que un vino de Valladolid valga lo mismo allí que en Madrid? Es totalmente absurdo y penaliza la venta.
También es cierto que hay vinos que dejan de verse cuando uno sale de la provincia de su origen, por lo que no queda otra que aceptar ciertos precios.