Estimado Keyes, en primer lugar le pido disculpas por los errores cometidos por

Estimado Keyes, en primer lugar le pido disculpas por los errores cometidos por el forero Eusaenz, ya se lo decimos los que le conocemos, es impetuoso y el pobre no ha bebido excesivas botellas, no le haga demasiado caso. El próximo día que nos reunamos con él le prometo que tendremos una seria conversación para enmendarle y para que deje de opinar gratuitamente. Y si como último recurso nos vemos obligados a usar la vara como hacían en su país hasta hace unos años, no nos temblará el pulso. Únicamente, y por intentar ser riguroso, le aclaro que nuestro novato compañero no habla de vinos sino de productores que ofrezcan tintos, blancos y espumosos por debajo de los 40€, así que con el fin de facilitar su tarea en sus constantes viajes a Francia, le sugiero dos pequeñas tiendas no muy famosas, ubicadas ambas en zonas recónditas y alejadas de los circuitos comerciales de Paris, pero que sin duda Vd. conocerá y que visitará a menudo.

Una de ellas es Lavinia, en el Boulevard de la Madeleine, cerca de la ópera. En este espacio, de las bodegas citadas por él, podrá encontrar seis cuvées de Gramenon por menos de 30€, una de Laherte, dos de Ostertag, una de Tissot (tiene otra a 41€ así que esa no vale) o tres de Cotat. Incluso de los Burdeos que nuestro imprudente amigo le recomienda a Ecleq podríamos confeccionar una apañada selección ajustada en precio: seis añadas de Ormes de Pez, dos hermanos pequeños de Sociando Mallet, otros tres hermanos pequeños de Giscours o por ejemplo uno de Fourtet.

La otra es Caves Augé, en el Boulevard Haussmann. Aquí podrá comprar sin problema tres champagnes de Pierre Gimonnet, de los que dos de ellos son millesimé, otros dos tintos de Alain Graillot o trece del Jura de Ganevat sin sobrepasar el límite económico.

En cualquier caso le reitero mi apoyo y mi admiración por su ardua labor de azote al iletrado, es lo malo de estas páginas abiertas a un público poco viajado y poco versado en estos temas, pero con mucha osadía.

Y es que como decía Lord Wellington: "España es el único lugar del mundo donde dos y dos no suman cuatro".