Hace tiempo leí algunos artículos que encontré en internet sobre este tema,

Hace tiempo leí algunos artículos que encontré en internet sobre este tema, porque me parecía muy interesante. Contestando un poco a las cuestiones que os planteábais, de lo que pude leer, se deducían dos cosas: 1) el uso de ánforas viene a ser un retorno a los vinos de antes, una práctica emparentada con los vinos naturales y con el hecho de alterar lo mínimo el vino; 2) lo que aporta la vasija de barro es esencialmente cremosidad, untuosidad, y deja por tanto más presencia a la fruta frente a lo que sucede con la crianza en madera, que muchas veces enmascara al vino.

Por otro lado, en cuanto a productores, tenemos en nuestro país a Bernabé Navarro, de la DO Alicante (su vino Beryna, es excepcional en mi opinión,y una muy buena RCP), pero hay otros que han experimentado también con ánforas, como Laureano Serres (DO Terra Alta), o un vino llamado Garum hecho en Jerez de la Frontera, algo carito, eso sí...que se cria en botellas metidas dentro de anforas que se sumergen a 12 metros bajo el mar.

Con relacion al Ribolla de Josko Gravner, otro de los máximos exponentes en la crianza en ánforas, debo decir que mi experiencia no fue tan positiva. El vino que yo probé estaba ya en claro descenso en sus propiedades organolépticas.

Un saludo para todos!!