Cena en el restaurante de Schloss Johannisberg. Dado que el día era ideal de

Cena en el restaurante de Schloss Johannisberg.

Dado que el día era ideal de claridad y temperatura, decidimos aprovechar la belleza del sitio y probar su restaurante. Nos sentamos en la parte descubierta de la terraza en el lado del Rhin. Vistas impresionantes. La ladera que baja desde la terraza hasta el rio es el viñedo. El Rhin en esta zona se ensancha (hasta más de medio kilómetro de ancho) y además tiene islas en el centro.

El restaurante es bonito, algo caro pero tampoco excesivo para el sitio, y la comida nos gustó. Se puede recomendar.

El restaurante sirve, creo que exclusivamente, los vinos del Schloss. Íbamos dispuestos a pedir una botella del Erstes Gewächs, pero vemos que su política de precios no es precio de bodega (ya caro), si no que los gravan y además de forma proporcional, cosa que creo es un error en estos sitios. Total, el Erstes Gewächs 2011 valía más de 70 Eurazos. Me indigno un poco, me da un ataque ahorrativo y aquí tengo yo una de esas ideas que a veces tenemos todos…
“ Yo creo que el día está terminado en cuanto a cata de vinos y no tiene sentido pagar esto para algo que sabemos es regular. Aprovechemos para probar la gama barata G.H. Mumm que no hemos probado. Seguramente es muy pareecida a los que hemos probado”.

Pedimos un Kabinett intermedio de G.H. von Mumm esperando que no se diferenciara mucho del equivalente de Schloss Johannisberg. Veintitantos Euros.

Craso error. No eran iguales ni parecidos. Este es mucho peor. Nuevo salto de nivel en dirección al infierno. Típico Riesling barato con manzana ácida y nada más. No nos lo pudimos beber!

Pagué yo el G.H. von Mumm y pedimos dos medias botellas del Schloss Johannisberg Kabinett 2009 (40 Eur en total) como opción más sensata para poder cenar. Después del desagradable trago del Mumm parece incluso mejor. Noto (o me imagino) un poco más claras las notas balsámicas. Se crece y mejora un poco en copa (o a lo mejor es que según voy bebiendo estoy bajando en nivel). Bueno, se salvó la cena, y terminamos con cierta satisfacción. Eso sí, comparando con Mosel, el Schloss no tiene nada que hacer.

Y con esto doy por terminado el relato de mi viaje por Alemania de este verano. Éxito rotundo, satisfacción máxima, y lo repetiré en cuanto tenga ocasión. Todas las casas visitadas son totalmente recomendables, e incluso este Schloss Johannisberg, cuyos vinos decepcionan un poco, es una visita totalmente recomendable desde el punto de vista turístico.

Un saludo a todos los foreros que hayan leído este hilo, muchas gracias Eugenio por tus comentarios, y hasta pronto.