Enoturismo en Alemania: visita a Egon Müller
Vamos a empezar dejando claro lo fundamental: desgraciadamente no hubo cata en Egon Müller. Pero lo intenté. La próxima vez puede caer...
Amanecemos el último día del viaje en la ciudad Romana de Trier, muy cerca de la desembocadura del Saar en el Mosel. Tomamos la orilla del Saar y nos dirigimos (mi colega Alemán y yo) a uno de los sitios cumbre del vino Alemán: la localidad de Wiltingen. Subimos por la carretera hasta justo salir del pueblo. Justo enfrente divisamos lo que identificamos como el viñedo más famoso de Alemania: Scharzhofberg. Tenemos que estar cerca. A la izquierda del camino vemos una impresionante mansión que reconocemos haber visto en fotografías. No hay ninguna placa, ninguna indicación, nadie a quien preguntar.
Me dirijo a la puerta y tiro del timbre (un tirador mecánico estilo siglo XIX). Es una hora prudencial (son las 10:00) pero ¿será esto Egon Müller? ¿Saldrá un mayordomo? ¿Nos echarán a patadas?.
Alguien baja. Me abre la puerta un señor de mediana edad con la piel bronceada y calva pronunciada. Pregunto educadamente ¿es esto Egon Müller? Me responde: yo soy Egon Müller. Tengo el privilegio de estrechar la mano de Egon Müller IV, el personaje más importante del vino Alemán y unos de los más relevantes del mundo!.
Hablamos unos minutos. Le traslado mi devoción por sus vinos. Me da las gracias. Desgraciadamente tiene que partir ese mismo día para Asia y tiene que excusar, con modales exquisitos, no poder atenderme. En fin, ¡otra vez será! Le recordaré entonces mi breve visita. ¡No todo puede ser perfecto!.
Quizás hubiera sido demasiado para mis sentidos habida cuenta de las muchas catas de la gira (y de lo que falta). O tal vez no, y me hubiera dado un punto de referencia comparativa difícil de conseguir. ¡En fin! Eso es lo que pasó.
Tras salir de Egon Müller, pasamos por el pueblo vecino Kanzem an der Saar y pasamos por delante de von Othegraven, que no podemos permitirnos visitar. Por razones de tiempo, prioridades y nivel. Nos dirigimos a la única bodega de la zona que puede competir en la división máxima en donde nos estamos moviendo: Zilliken en Saarburg.