Bueno, lo pasamos muy bien, Enrique lo organizó perfectamente y ahora pretende

Bueno, lo pasamos muy bien, Enrique lo organizó perfectamente y ahora pretende que acabemos nosotros la faena:-))). Pues no hay problema, ahí va un pequeño resumen (de memoria):

La cata se efectuó a ciegas. Los dos cavas muy correctos, a mi me gusto más el Bertha. Respecto a los blancos, el de la Conca de Barberá (tampoco recuerdo el nombre) no me gustó, en cambio el ODYSSEUS si (ya lo conocía), corto de aroma pero de sabor profundo (maravillosa la garnacha blanca), haciendo especial uncapié en el final a regaliz que apuntó Sergi.
En cuanto a los vinos tintos, ambos estuvieron decantados y mareados durante más de una hora. El Sot Lefric lo encontré muy extraño, desprendía un aroma muy particular (entre agradable y desagradable) que aumentaba conforme se oxigenaba. En boca era seco, concentrado, contundente y también extraño, bastante duro, mineral. No sé, parece como si no estuviera suficientemente evolucionado. Respecto al Finca Dofí, el color impresionante y el aroma totalmente espectacular, olía unifirmemente a todo lo posible en un vino, pero sobretodo predominaba un agradable y espectacular aroma a catedral (como bién apuntó Òskar), a cirio quemado, ese aroma que desprenden las iglesias al entrar.
En boca es un Priorat, es muy goloso pero no rotundo. Complejo aunque no demasiado. Buen vino, que debe estar estupendo con una buena comida. Personalmente lo encontré demasiado goloso (la mañana siguiente todavía tenía el paladar impregnado de cierta dulzor), prefiero los vinos un poco menos amables. Alguien dijo que este vino parecía diseñado para agradar e incitar a beber. Pués creo que si.
Una ultima cosa es el precio de los dos tintos (alrededor de 60€;). Ya sabeis que no pienso comprar ninguna botella. De mis últimas experiencias con vinos de ese precio me quedo (es simplemente una impresión personal) con el ENATE RESERVA ESPECIAL (duro y elegante), aunque tampoco pienso comprarlo (cosas del precio).

Bueno, ya veis que nuestro grupo de cata no es demasiado ortodoxo (no hay puntuaciones, no recordamos nombres de vino, no tenemos ni nombre), precisamente por eso me gusta (un poco de anarquía y la ausencia de corsés sienta muy bien). Simplemente somos un grupo (gente estupenda) que se reune temporalmente en torno a unas botellas de vino. No hay más.

Saludos.