Otra cerveza de esta casa, también excesivamente amarga para mi gusto, potente, pero deja un sabor muy largo, de color amarillo amarronado, con gran espuma. En nariz aromas de cereales y lúpulo. En boca es fuerte, amarga, con mucho cuerpo y muy seca.

A la vista de color canela claro, con algún destello anaranjado, turbia y con abundante espuma blanca y de aspecto denso con buena persistencia.

En nariz se presenta fresca con aromas de miel aterronada, flor blanca y cereales.

En boca, cada trago se acompaña de la cremosidad de la espuma remanente, resultando en conjunto corpulenta. Tras un discreto y efímero ataque dulzón, mucho menor de lo que anunciaba la nariz, me invaden los amargos sobre el notable fondo que le otorgan sus 8º. Como de costumbre, me vienen recuerdos de fruta madura y herbáceos. El postgusto resulta bastante prolongado.

Fácil de encontrar. Su precio 1,77 €.

Mira que me gustan las trapenses, pero esta Chimay me resulta demasiado seca y amarga, y no están los tiempos para más amarguras!

Cerveza de color dorado turbio con una impresionante espuma blanca compacta, consistente y muy duradera.

Aromas de lúpulo que lo invade todo, aroma a fruta fresca.

En boca es potente, donde el lúpulo aparece de nuevo con fuerza proporcionando un notable amargor a esta cerveza, cerveza con un gran cuerpo, seca y muy amarga. Gran potencia desde que entra en boca hasta que es tragada. El alcohol se hace notar y está muy presente en la cerveza que junto con el amargor notable quizás sea una cerveza compleja y difícil de degustar.
La acompañé con queso curado.