Pues eso,

Tal como dice el título estamos ante un vino dulce raro, distinto ya que la botritis suele darse más en uvas blancas, que en uvas tintas y más en la garnacha. Crianza de 14 meses en barricas de Roble francés y americano.Todo esto unido a la escasez de la producción, apenas 2.434 botellas, la que estoy catando es la nº 0185 de la serie. Creo que estamos ante un auténtico Unicornio, irrepetible.

Botella de 375 ml, muy estilizada y etiquetas impresas en colores blanco y rosa palo, corcho natural, elástico y de  buena calidad.

Este vino llegó a mis manos hace ya unos 5 años y no encontraba el momento de abrirlo, hasta que este encierre forzado, me hizo plantearme vinos atrasados, la verdad es que no tenía muchas esperanzas en su estado, a pesar de haber sido cuidado en mi bodeguita como todos los vinos guardados. Sin embargo excluyendo el color, que había transcendido el anaranjado a su ribete, se notaba entero.

A la vista, como ya he adelantado, nos encontramos un vino rojo granate, de ribete ladrillo, brillante y algo turbido, poco pero sensible, se nota cansado ya, capa baja, lágrima ancha y lenta, 15º por reducción, ya que no está encabezado para parar fermentación.

En Nariz da notas botríticas desde el principio, ese aroma a setas o mejor al micelio en el bosque, higos secos, orejones, miel, cascara de naranja, flores dulces (madreselva) y chocolate negro.

En boca entrada cálida, licorosa y dulce (guindas en licor bañadas con chocolate), membrillo dulce, pero una muy buena acidez, recorrido largo y postgusto a pasas y ciruelas claudias secas, amargor residual.

No le tenía mucha esperanza a encontrarme un buen vino, creo que ha tenido mejores momentos, pero se deja beber aún.

Color marrón cobrizo, con toques ocres, denso, floral en nariz, con notas de auténtico Oporto Tawny, y todo gracias a una micosis comensal bien elaborada en su concepto de uva dulce. Un vino que se marida con carne y con dulces, sobre todo con tiramisú especial.
El toque ahumado podría llevarte a maridajes de contraste extremo. Es indiscutible que este dulce merece la pena pobrarlo dada su pequeña producción en una localidad malagueña llamada Ronda y además elaborado dentro de un pequeño Convento trinitario del siglo XVI totalmente rehabilitado para el efecto boca-vino-botella. Enjoy.

"El azar, el caos, su esencia, un instante, lo incontrolable, lo escaso... dv mínima es un instante aprovechado"

Un tinto dulce de garnacha botrytrizado (hongo botrytis cinerea que en determinadas condiciones de humedad se produce este hongo que seca la uva para concentrar sus azúcares, reduciendo notablemente la producción, al no contener agua, pero concentrando su esencia, utilizando un símil, pasamos de agua de colonia a autentico perfume). Procedente de una zona inusual para este tipo de vinos, pero que el azar como reza en su etiqueta ha querido crear y la familia Retamero y Salesi han sabido aprovechar, gracias a la enología de Vicente Inat, que ha sabido esculpir lo que desde la viña era una gran obra, para convertirla en arte. Un dulce tan excelente como escaso. Un vino que nos seduce por sus aromas de fruta negra muy madura, siempre acompañado por frescor, el mismo que nos conduce en el boca para al son de su delicado diseño, culminar la botella siempre queriendo otra copa. Un vino que todos debería probar, una alegoría al buen gusto.

Disfrutado en Restaurante Dom Vinos junto a unas trufitas de chili de Candy's Repostería Artesanal.

Galería fotográfica en http://www.akatavino.es/dv-minima-bodega-deslcazos-viejos-silencio-exploramos-y-descubrimos.html

No recuerdo vinos tintos con botrytis, es una curiosadad y por lo que comenta la bodega una casualidad, se tienen que dar muchos factores juntos para poder elaborarlo.
Color rojo atejado.
En nariz es de buena intensidad, destacan los aromas de fruta roja en licor, ligeros aromas florales, caramelizados, citricos como la piel de naranja y recuerdos minerales.
En boca se nota algo la botrytis, es vivo, sabroso, recuerdos afrutados, con excelente acidez,nada pesado, en boca tambien se aprecian los citricos, ligeros tostados, final largo con recuerdos minerales y afrutados