Alto Moncayo, definible plenamente como artificial. En copa es picota de ribete granate, en nariz nos ofrece coco, coco ¿he dicho ya coco?, chocolate, tabaco, toffe, vainilla y tostados cremosos. En boca de nuevo coco, como no!!, chocolate, densidad y en resumen un vino artificial en el sentido de un vino enfocado a una línea muy clara de consumidores.

En poco tiempo hemos probado tres añadas de este magnifico vino. 07 y 08 están realmente colosales. Este 05 desde mi punto de vista o quizás fue la botella está en ese territorio límite de iniciar una oxidación que le resta contenidos. Potente como siempre, frutal, maderas arcadas, terroso y envolvente. No disimula su elvada graduación que en este caso no esta enmascarada y porque no, cierto componente aldehidico que inicia a ser demasiado evidente. Un gran vino que puede estar iniciando su declive o fue la botela pero se le ha pasado la juventud para entrar en otra fase.

Mi reciente comentario de otra garnacha(el Reventon)catado el mismo dia que este alto moncayo me enseño una buena leccion de lo que se puede llegar a hacer con los vinos españoles siempre cuando se quiera salir del gusto muy comercial del sabor a vainilla procedente de una barrica demasiado pronunciada que enmascara la verdadera identidad del vino.Este mismo dia ,cuando me atrevia a pronunciarme sobre la procedencia del Reventon(erre el blanco por cierto)por su inspiradora materia frutal,en cambio el alto moncayo me dejo mudo por tanta madera ,noble o no ,francesa o no, elegante o no ,este vino no me cuestiono mi paladar sino que la madera lo decia todo :me importa la uva y donde se hizo y quien la hizo y como la hizo:la verdad es que poco me gusta lamer virutas de roble.lo siento pero para mi el terruño español tiene mucha mas identidad y potencial que lo que pretende presentarnos estos vinos.

Catado junto a otras dos garnachas, El Reventón 2007 y Domaine L´Horizón 2007(este además de Garnacha tiene Cariñena) sale perdiendo con diferencia.
Nada más abrir la botella el corcho atisba lo que va a demostrar el vino, maderas de mucha calidad. De color picota de capa alta borde granatoso, tiene un poderío glicérico(16º) que se pega a las paredes del vidrio y cae la lágrima muy lentamente. La nariz de este vino no muestra la frescura y la fruta de sus advesarios, el vino se muestra más terciario. Ofrece fruta negra muy madura, compotada, balsámicos, pero dominado excesivamente por la madera, eso sí, roble de calidad, maderas finas que dan notas cremosas de café con leche, coco, vainilla, pero insisto domina notablemente sobre la fruta. En boca es un vino potente, franco, amplio, de notable estructura y fiel reflejo de la nariz, es un vino en que la madera predomina sobre la fruta y lo hace más pesado de beber que sus oponentes. Está claro que es un vino de gran calidad, pero le falta frescura.

Se nos presenta este Alto Moncayo de color Picota oscuro, capa alta, ribete amoratado, lágrima que tinta la copa, muy limpio y brillante, cubierto.

Su nariz es de buena intensidad, fase frutal muy acentuada, fruta negra en abundancia, notas balsámicas de calidad, café con leche, notas de caramelo de dulce de leche, muy perfumado, la madera muy bien integrada aportandole un roble cremoso y elegantes tostados.

En boca entra amplio, con fuerza y potencia a más no poder, longitud para aburrirte, buena acidez conjuntada con unos taninos golosos, persistencia larga, amplia , taninos amables y bien trabajados. Muy bueno.

Picota con borde granate y capa alta.
Notas de cafe con leche, fruta negra y notas balsamicas, y ciertos puntos de alcohol
Con notas golosas,toque de ciruelas pasas y orejones y un toque balsamico que le da mucho volumen y equilibrio en boca.

Picota oscuro, capa media alta. Nariz de media intensidad, muy frutal y perfumado. Maderas finas excelentemente integradas, aportanto matices tostados finos y cremas pero sin molestar a la fruta. Ligeros toques de café. Boca amplia , recorrido largo, taninos muy pulidos, menos agresivo que su hermano clio de Jumilla. Post-gusto muy largo

Potencia, estructura e intensidad combinada a la perfección en una sinfonía de fruta negra madura y toques balsámicos. Una delicia a la vista de color profundo granatoso, ribete violáceo y lágrima densa. En boca potencia desbordante y taninos bien armonizados que dotan de gran elegancia a una de las propuestas más interesantes de la DOC Campo de Borja.
La añada de 2005 cuesta entorno a los 35€ y, en mi humilde opinión, los vale.

Gran vino monovarietal aterciopelado y balsámico. Color cereza picota bien cubierto. En náriz aromas de notable complejidad, de fruta negra y notas balsámicas, tostadas y cierta rusticidad que le imprime carácter. En boca es sabroso, estructurado, de taninos nobles, que se refuerzan con la madera de calidad.