Uno de los blancos pioneros en Rueda en su apuesta por la verdejo fermentada en barrica y a precios que no se veían mucho por España en blancos y menos aún en su D.O.

Color amarillo dorado muy limpio y brillante.

Nariz de intensidad media, muy madura, con predominio de las notas de fruta blanca de hueso, algún apunte herbáceo y especiado (pimienta blanca) y un fondo avainillado con algún apunte levemente dulce.

En boca es glicérico y con volumen, mantiene una buena acidez, melocotón y manzana roja madura en primer plano, recuerdos de mantequilla y ligeros toques tostados. Buen final de notable persistencia, fresco y ligeramente goloso.

Magnífica evolución la de este vino que nos muestra una versión de esta uva mucho menos “amable” pero con gran recorrido; sólo Ossian juega ahora en esa liga a mi entender. Muy recomendable.

(4º vino de la vertical de Belondrade). De nuevo cambio de perfil. La nariz es atractiva, elegante y madura, es expresivo y con buena definición, encontramos notas de almendra tostada, toques de flor ajada e incluso algo de miel ligera, notas de heno y un fondo levemente ahumado. En boca tiene muy buen ataque, el paso es fresco y cremoso a la par, bien de acidez, resulta largo, con notable peso de fruta en boca, atractivos amargos y muy buena longitud.

A la vista muestra un color entre pajizo subido y amarillo oro pálido, con destellos y ribetes verdosos, limpio y brillante.
En la nariz tiene una buena intensidad para ser blanco aunque tenga madera, con la fruta de tipo hueso y detalles de heno y ahumados.
Al paso por la boca presenta con una buena potencia, buena acidez, buena untuosidad y una fase final que recuerda muy lejanamente la uva.
Botella típica de la casa con su etiqueta de color anaranjado con el nombre.
En conjunto me sigue gustando este vino, cada vez que lo tomo y se convierte en una garantía (reconozco que a mucha gente la verdejo no le gusta)
Precio quizás algo alto, pero creo que lo vale.

Amarillo dorado. Limpio y brillante.
Intensidad aromática alta, interesante nariz, fruta de hueso y muy floral, con un fondo balsámico rico, notas anisadas y algo ahumado.
Paso de boca sabroso, ámplio, con cuerpo pero a la vez fresco, graso, muy buen recuerdo y largo final.

Estupendo, no tiene nada que ver con cualquier rueda comercial monoaromático y de igual boca, este vino tiene mucha personalidad, no me extraña que lo consideren de los mejores blancos de España.
Precio sobe los 21-25 €, algo caro pero lo vale.

Otra botella más sin ser de mi aportación de este fantástico vino amarillo dorado intenso limpio y brillante, que junto con otra excelente botella de Dönnhoff Riesling Trocken del 2009, maridó perfectamente con un excelente marisco fresco que nos sirvieron directamente desde Vigo y que consistió en unos percebes (1 kg.), cigalas (2 kg.), langostinos (1 kg.), gamba salada (1 kg.) y un genial pulpo a la gallega (½ kg.)….total para 4 comensales, con lo cual lógicamente sobró..... algo.
Un vino con buena nariz, afrutado, melocotón y cítricos, especias, y madera fina, con una entrada en boca suave y goloso, equilibrado y con buen recorrido.

Ultima botella de esta añada bastante interesante, con un paso por boca típica de la varietal, equilibrado, acidez correcta, sabroso, frutal, sedoso, y suaves notas finales de madera, con buena persistencia.
Aromas de buena intensidad en nariz, frutoso, con piel de melocotón y ralladura de limón, notas de madera, especias y piña.

Excelente este Verdejo de Rueda que muestra año a año una gran regularidad, siendo esta añada especialmente interesante. De color amarillo oro, denso, en nariz es todo un espectáculo. La fruta y la madera van de la mano perfectamente integradas, la fruta blanca de hueso, el melocotón y el albaricoque, las notas florales, la elegante y buena madera del roble francés que le aporta cremosidad y notas de bollería y el carácter varietal de la Verdejo con esas notas tropicales y herbáceas, junto con un repunte cítrico lo hacen memorable. En boca es igualmente excelente y equilibrado, sedoso, untuoso, con buena acidez y ese puntito algo amargo y anisado de la Verdejo junto con un largo final que inunda toda la boca y despierta los sentidos. Excelente en todos los sentidos.

El Belondrade es puro equilibrio, al menos esta añada se muestra así, con una perfecta conjunción entre uva y madera; es un ejemplo de libro de lo que debe aportar el roble en un blanco. Huele suave, a uva madura, ebanisteria, flores secas de tocador. Acaricia la boca, sedoso, graso, franco, redondo. Brillante.

Color dorado, limpio y brillante. Expresión frutal, con toques delicados a madera. En boca es sabroso,cremoso, graso, equilibrado, buena acidez, tiene una madera muy bien integrada!! Sin duda uno de mis blancos favoritos.

Vista: Amarillo dorado muy brillante.
Nariz: Los aromas tan típicos de la variedad Verdejo se hacen en este vino realmente cremosos. De buena intensidad aromátcia y predominio de la fruta sobre la crianza.
Boca: Entrada suave, con cuerpo, buena amplitud, ligeramente tostado, de comedido amargor, untuoso, especiado y largo.
En este vino, la madra y la fruta se acompañan, se complementan y se ensalzan. Un vino que nos ha gustado mucho. Un gran vino blanco.
Su precio sobre 22 euros