Visita a la bodega Belondrade
Hasta 19 parcelas constituyen el viñedo de la bodega. Estas 19 parcelas cubren 30 has. y ofrecen una enorme diversidad de mostos gracias a las diferencias en el tipo de suelo, la orientación de las viñas, los porta -injertos utilizados y los clones de las cepas. Por ejemplo en la zona de la meseta los suelos están formados por una capa de cantos rodados de unos 10 a 60 centímetros, una capa de subsuelo de arcilla y una capa profunda de caliza. En otras parcelas encontramos cantos rodados y porcentajes variables de arena y arcilla.
El viñedo se sitúa alrededor de unos 750 metros de altitud y la media de precipitaciones oscila entre 300 y 350 mm. anuales. El clima es continental, con inviernos fríos y veranos cortos y calurosos, y con un notable diferencial térmico entre el día y la noche.
Nuestra visita a la bodega en un gris y lluvioso día de primavera tenía como propósito principal comprobar dicha diversidad a través de una cata de vinos de diferentes barricas. Y es que los vinos de Belondrade son pese a ser monovarietales, vinos de ensamblaje, porque en 300 barricas, casi todas de 3 elaboradores y de diferentes años, con los mostos procedentes de cada parcela tratados por separado, encontramos hasta 300 vinos distintos que se seleccionan con mimo para hacer el ensamblaje final del Belondrade y Lurton el, primer vino de la bodega.
En la cata probamos los vinos de 2011 y concretamente comenzamos probando vinos en barricas de diferentes toneleros de la parcela Camino Ventosa, 2,3 Ha. de viñas sobre suelos de canto arcillo-arenoso, con marco de plantación en espaldera de 3 x 3. El primero estaba en barricas nuevas de la tonelería bordelesa Sylvain, el segundo es una barrica de un uso de la borgoñona Damy, seguimos con un vino criado en Dargaud et Jaeglé de Borgoña, de nuevo de un uso y acabamos el repaso a los vinos de la parcela catando el vino de una barrica bordelesa de Vicard, también de un uso.
De ahí pasamos a la parcela El Tomillar Grande, con una superficie de 0,4 Ha. de viñas sobre suelos de canto – arcilloso y con un marco de plantación en espaldera de 3 x 3. Aquí comenzamos con una Vicard de dos usos, para pasar a una Dargaud et Jaeglé con madera de los Vosgos también de dos usos, seguir con una Dargaud et Jaeglé de dos años de Borgoña, tras ello una Dargaud et Jaeglé de los Vosgos nueva y una Sylvain nueva.
De ahí saltamos a la parcela Cantarranas, 4,4 Ha. sobre suelo canto-arcillo –arenoso en espaldera con diferentes marcos de plantación: 2,5 x 1,5, 2,5 x 1, 20 y 2, 5 x 1. De esta parcela degustamos vinos de una Damy de un uso, para pasar a una Vicard también de un uso, y a una Marsannay (Borgoña) de dos usos.
La siguiente parcela fue La Bodega, 3,3 Ha. sobre suelo canto-arcilloso con un marco de plantación en espaldera de 3 x 3. Aquí comenzamos con una Sylvain nueva, para pasar a una Sylvain de un uso y de ahí a una Vicard de un uso, cerrando esta parcela con una Vicard nueva.
Para concluir dos barricas de la parcela La Encina, 1,3 Ha. sobre suelo canto – arenoso, en espaldera con un marco de plantación de 3 x 1,5. Aquí probamos vino criados en Sylvain de un uso y Vicard de un uso.
Tras la cata de barricas que nos abrió los ojos sobre la enorme complejidad que hay tras la elaboración de los vinos de Belondrade legó la hora de comprobar efectivamente la gran profundidad que alcanzan estos vinos. Para ellos nada mejor que una vertical del Belondrade y Lurton que abarcó desde 2010 a 2008, además de la añada 2006 y para contrastar la capacidad de guarda des estos vinos concluimos con un personalísimo 1999.
Resultados de la cata
| Vino y características | |||||
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| 1 |
Belondrade y Lurton 2010
Primer vino de una vertical en nuestra visita a Belondrade. Pajizo con destellos dorados. La nariz comienza algo retraída y necesita algo de trabajo en copa para expresar un atractivo perfil con matices florales y sensaciones cítricas, hay también ligeros tostados y alguna recuerdo herbáceo. En boca ataca intenso., con un paso fresco, cremoso, hay suaves amargos, buena sensación de acidez y persistencia media. Postgusto sutilmente avainillado. Diría que algo de botella el hará bien...
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| 2 |
Belondrade y Lurton 2009
2º vino de nuestra vertical de Belondrade. La nariz es intensa, perfumada y bastante madura. Con Sensaciones de confitura de ciruela amarilla, fruta con hueso madura pero más fresca, un apunte de heno y ligeros tostados en el fondo. En boca ataca intenso, con un paso fresco pero también cremoso, bien de acidez, es largo y con un atractivo perfil. Sutiles amargos al final del paso.
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| 3 |
Belondrade y Lurton 2008
(3er vino de la vertical de Belondrade). Cambio de perfil, aparece más fresco, con sensaciones de fruta tropical, incluyendo un bien definido toque de lichies, matices herbáceos y un toque avainillado en el fondo. En boca tiene buen ataque y un paso excelente, fresco, cremoso, con muy buena acidez, largo y con profundidad. En el retronasal aparece de nuevo la vainilla.
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| 4 |
Belondrade y Lurton 2006
(4º vino de la vertical de Belondrade). De nuevo cambio de perfil. La nariz es atractiva, elegante y madura, es expresivo y con buena definición, encontramos notas de almendra tostada, toques de flor ajada e incluso algo de miel ligera, notas de heno y un fondo levemente ahumado. En boca tiene muy buen ataque, el paso es fresco y cremoso a la par, bien de acidez, resulta largo, con notable peso de fruta en boca, atractivos amargos y muy buena longitud.
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| 5 |
Belondrade y Lurton 1999
Último de los vinos de la vertical de Belondrade. Con un color oro viejo y con destellos dorados. La nariz es intensa y voluminosa, atractiva, con toques de cereal tostado, sensaciones ahumadas, algo de fruta con hueso y bastante flor ajada. En boca sorprende por su nervio, teniendo un paso cremoso, con atractivos amargos y buena sensación de acidez. Redondo y seductor, es largo y todavía tiene cosas que decir...
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Posteriormente durante la comida que compartimos con el equipo de Belondrade tuvimos la oportunidad de degustar también un 2007, concretamente la selección preparada para la Colección 75 aniversario 2007 de Vila Viniteca.
A lo largo de la intensa jornada que acabó, ya bien entrada la tarde, tras una excelente comida en el Restaurante Martín Quiroga y una enriquecedora sobremesa. Pudimos hablar de los divino y lo humano con Didier, Felix y Marta, parte fundamental del equipo de la bodega Belondrade y verificar que detrás de los grandes proyectos suele haber grandes personas.
Seguro que en un futuro cercano sabremos algo más de los proyectos que el inquieto equipo de bodega lleva en marcha, desde la nueva bodega, prácticamente acabada y apunto de ser inaugurada, hasta un interesantísimo y complejo proyecto de estudio y selección de levaduras autóctonas que lleva ya un buen tiempo en marcha.
(C) Paco Higón & Jose Luis Contreras