Tour de vinos desde Barcelona

Con motivo de un viaje de trabajo de mi chico a Barcelona me pude tomar el viernes (además del fin de semana)

Al estar sola el viernes y ya conocer Barcelona de otras veces, me decidí  hacer un tour de vinos por la zona de Penedés.

Entre las opciones que vi me pareció una opción tomar el tren hasta Sant Sadurni. Te deja casi a la puerta de las bodegas Freixenet, una de las que quería visitar. Lo malo que observé de esa opción es que te limita porque luego en Sant Sadurni es complicado moverse hasta otra bodega. Se podría tomar el tren de nuevo hasta Vilafranca del Penedés, un poco más al sur de la ciudad de Barcelona, pero me pareció un poco complicado por tener que andar mucho también allí para llegar a otra bodega.  La otra opción podría haber sido alquilar un coche, pero ya lo dijo Stevie: Don´t drive drank” así que la idea no duró mucho en la cabeza.

Busqué algún tour pero la mayoría resultan muy caros. Pero por suerte y tras buscar en inglés (si buscáis en español salen muchas menos opciones) encontré esta web (winetourismspain) con algunos tours muy interesantes (Plaza Cataluña) y que recorría 3 bodegas interesantes y con un precio de 62€ que me pareció bastante razonable.  

No sabía qué esperar, pues nunca antes había hecho un tour de este tipo. Pero la experiencia fue buena. Es posible que al ser un día de diario y no ser temporada alta (eso me dijo el guía también) hubiera menos gente de la habitual. Y se agradece: un autobús repleto da un poco de miedo.  Pero no eramos más de 12 personas. 4  de origen asiático (no japoneses, los reconozco bien), y luego unos americanos y un grupo de Republica Checa. Buen ambiente. El guía me comentó cosas en español ( y también en francés) pero como mi inglés es aceptable seguí todo las explicaciones del tour en inglés en cada bodega. Pero parece que no hay problema para hacerlo en español o catalán al tiempo. 

Visitamos 3 bodegas en el wine tour y todas ellas muy diferentes, y un buen ejemplo de los vinos que se hacen en la región de Barcelona. 

La primera de las bodegas fue Jean Leon. Es una bodega pequeña, con una zona muy moderna que se dedica para tienda y una sala con cuadros, y luego la bodega original. La historia de Jean Leon es muy interesante. No sabía nada al respecto ni conocía esta marca. 

Jean Leon (no era su nombre original) hizo fortuna en Estados Unidos y encontró en Penedés el lugar para fundar su bodega. Antes de morir vendió la bodega al grupo Torres, que la gestiona actualmente.

Esta es la bodega más pequeña (con diferencia) de las 3 que se visitaron. Se cultivan muchas varietales diferentes, pero en realidad no se usan para elaborar los vinos, sino que tienen un uso más de experimentación. 

Las explicaciones durante la visita fueron muy genéricas pero al menos suficientes para entender un poco la filosofía de trabajo en la bodega

A pesar de ser la bodega más pequeña de las visitadas, la sala de barricas es bastante grande y con aspecto un poco de estación de Metro. La tienen muy bien iluminada y el efecto es muy bonito. La foto no es demasiado buena. 

El viñedo alrededor de la bodega es muy bonito y también hay olivos. Desde allí el autobus nos llevó en dirección sur hacia Vilafranca del Penedés. El recorrido debió ser de unos 25 minutos más o menos. Durante el recorrido nos pusieron un video con la historia de la familia Torres. Presté más atención al paisaje por la ventana que al video la verdad. Vilafranca no me pareció muy bonito, aunque sólo lo vimos por el exterior para ir a Pacs de Penedés, donde se encuentra la bodega Torres.

La visita empezó con una cata y el maridaje con algunos quesos. Fue interesante como se habían elegido los quesos con los diferentes vinos. El maridaje tuvo lugar en una sala que era parte del museo de la familia. Luego subimos en un tren y recorrimos las instalaciones de la bodega. Primero un viñedo y luego la zona de elaboración con depósitos gigantes y también la zona de barricas. Más que una bodega podríamos decir que es una fábrica enorme de vino. La visita parece propia de un parque de atracciones.

Tras acabar la visita tomamos la autovía y llegamos a Sant Sadurni de Anoia. Está más cerca de Barcelona y es la capital del cava. Al entrar una rotonda deja clara la vinculación de esta ciudad con el cava. 

Muy cerca de la entrada llegamos a Freixenet, que era la tercer y última bodega del wine tour. 

La visita es interesante. Al principio hay unos paneles muy didácticos para entender la producción del cava. En el recorrido hay algunos cuadros, lámparas y objetos curiosos de la historia de esta bodega. Incluyo una que me gustó mucho de este maniquí dorado. 

Se recorre la parte más antigua de la bodega y, posteriormente, se pasa a una zona moderna en la que se toma un tren para recorrer pasillos y pasillos repletos de botellas de cava. Las dimensiones de esta bodega también impresionan, aunque menos que en el caso de Torres. Es posible que se deba al contraste entre la primera bodega de Jean Leon y Torres. 

El tour terminó con una sesión de degustación de 2 cavas y unos aperitvos. 

Estuve muy contenta de haberme decidido a hacer el wine tour y a la vuelta a Barcelona, un poco cansada, me esperaban para dar una larga vuelta y luego cenar, como no, también con buen vino!

Decidí durante el viaje no sólo hacer la visita, sino aprender un poco más sobre los vinos locales de Cataluña y sus denominaciones. Os recomiendo este foro en verema sobre el tema. Busqué también información en el Incavi, pero no vi nada que no fuera en Catalán. Mala idea no poner información en otro idioma si quieren promocionar sus vinos. Seguro que a algunas bodegas no les hace mucha gracia.