Agradable y rico vino.

Color amarillo claro.
Aromas de mediana intensidad a frutos blancos en sazón, frutos de hueso, flores, hierbas aromáticas, toques minerales y balsámicos.
En boca es fresco y bastante frutal, el paso de boca con muy buena acidez y bastante equilibrio, el carbónico muy bien integrado, recuerdos frutosos, florales y herbáceos, el final no muy largo pero con buena persistencia.
Como siempre uno de los "monstruos" sagrados de la D.O. Ribera del Guadiana, Aniceto Mesias, hace un vino excelente, junto al gran Marcelino Diaz, han sido dos de las figuras más relevantes de ésta gran Tierra de Barros. Tengo entendido que Aniceto ha vendido la bodega, ya que se jubila, mis mejores deseos para el nuevo dueño, tiene un dificil reto, con superar o siquiera igualar a éste humilde y sapiente personaje.