Dorado pálido brillante.
Nariz con buena intensidad y limpieza, siempre agradable. Notas florales y de frutas blancas con toques cítricos sobre un cierto fondo de frutas tropicales que, si bien no desagrada, sí que nos confirma el uso de levaduras seleccionadas, algo que no es un crimen (al fin y al cabo lo hace una mayoría), pero que uniformiza demasiado los vinos.
En boca se muestra noble y equilibrado, con una buena acidez y un paso redondo y agradable con un punto goloso. Final de fruta amarga muy bien balanceado con trazas de frutos secos. Persistencia media.
Las grandes bodegas se financian con sus vinos base y este es uno de los de Giacosa, es un blanco sencillo y con calidad pero de corte excesivamente internacional, falto de identidad pese al uso de una variedad autóctona. Un buen vino que no hace justicia al maestro. Unos 25
Euros.