Lo bueno suele estar bueno

Pues sí, cuando algo te dicen que es bueno, y te fías de la persona que te lo ha contado, y lees algo sobre eso y pagas lo que vale, generalmente la satisfacción es plena.
Rojo rubí con ribete rosa y capa media. Limpio y brillante. Lágrima densa.
Lo hemos decantado durante hora y media tal y como nos han recomendado. Al cabo de ese tiempo hemos detectado infinidad de aromas, todos intensos: fresas, frambuesas, pimiento, pimienta negra, monte bajo, sangre, pastilla Juanola, caza y piedras al sol.
Boca elegante, con un esqueleto masculino aunque muy en forma, tánico y con una acidez de las que hacen salivar. Sabores a frutas rojas, monte bajo, especias y piedras.
Final largo, frutal y licoroso.
Intenso, profundo, misterioso y con un abanico increíble, los grandes vinos tienen una pegada muy diferente al resto, huelen, saben y sientan mejor.
No hay que ser muy listos, ni muy sensibles para darnos cuenta de que este Bourée es un vino que merece sobradamente la pena. Tampoco hace falta ser millonario para beberlo, por unos 40€ podremos hacerlo.