Había oído hablar mucho de este vino y de su "hermano mayor" pero no había tenido ocasión de catarlo todavía.

Botella abierta con una media hora de antelación y decantada para que se expresase más rápido.

Color rubí con ribete más rojizo que violáceo, capa media-alta, brillante.

En nariz intensidad media, mucha fruta principalmente roja y madura, toques florales y ligeros balsámicos. Se nota la madera pero no molesta, está bien integrada.

La entrada en boca es bastante potente, es estructurado, acidez correcta, tanino bastante pulido, Mucha fruta roja y toques de la crianza bien integrados.

No me ha disgustado aunque no es muy sorprendente. Tampoco el precio es como para serlo.

Rojo picota de capa media-alta, ribete granatoso, limpio y brillante.
Intensidad aromática medi. Fruta roja madura, fino, la barrica muy bien integrada, la fruta predomina (cereza, zarzamora), goloso, rico, floral. Muy buena nariz.
En boca es sabroso, carnoso, bien estructurado, con gran cuerpo, excelente acidez, tanino goloso, recuerdo medio-largo, fino, elegante.

Me ha gustado más que Macán, más redondo, para tomarlo ya.

Estaba expectante por este vino. No es para echar las campanas al vuelo, pero es un vino fácil de beber, con unos aromas impresionantes y es rico al paladar. Color rojo picota, brillante. En nariz muy expresivo, con aromas, enprimer lugar a cuero y posteriormente a frutas rojas y tostados. En boca entra muy bien, es sedoso y con buena estructura. Es fresco y agradable. Veremos a ver el hermano mayor, que esperaré un tiempo para dejarlo hacer.

Rubí con ribete rojizo, capa media-alta.
Nariz de media intensidad y algo primaria, necesita y agradece al aire. Se expresa con elegancia y sutilidad y nos da notas florales, de frutas rojas, regalices y balsámicos, ahumados y ligeros especiados. Se nota una punta un pelín alcohólica. Frutas licorosas y un punto mineral.
En boca se muestra un poco plano y falto de carácter, se bebe bien pero no deja huella. Acidez correcta, longitud media y buena amplitud final, quedando recuerdos ahumados y de frutas licorosas. Tanino por integrar, pero tampoco molesta. Persistencia media.
Siendo un vino más elegante y accesible que su hermano mayor, lo cierto es que este Macán clásico nos ha dejado muy fríos. ¿Por qué dos mitos del vino como Vega Sicilia y la familia Rotshchild se ha metido en Rioja para darnos este vino con tan poca personalidad? Yo creo que no les hacía falta. Veremos hacia dónde va. Unos 25 euros.

Visual_ Rojo picota de capa alta con ribete granate. Limpio y brillante. Lágrima abundante, gruesa de caída lenta.

Nariz_ Intensidad alta. Fruta roja madura pero fresca, carácter más atlántico. Los tostados de la crianza están presente en forma de finas notas de café y vainilla y especias dulces, ciertas notas cárnicas y un buen componente balsámico.

Boca_ Buen volumen en la entrada en boca. Mantiene ese volumen bien acompañado con una estructura media-alta, taninos muy elegante aunque ligeramente marcados y secantes, acidez punzante fresca. Vino largo, especiado con notas de café yligero amargor.

Ni Javier Ausás pudo decirme por qué del nombre "clásico" en este vino.
Color rojo picota algo más oscuro, brillante, capa media-baja, lágrima básica. En nariz la característica de rioja muy frutal sobre todo fruta roja, ligeros tostados y lácteos. En boca tiene un ataque medio, suave, menos expresivo que la nariz, presencia de fruta roja madura, fácil de beber pero no mucha persistencia.
Muuucha competencia en este tramo de vinos de Rioja, aunque la marca, marca. Veremos en febrero cuando se ponga a la venta.

Me preguntaba el porqué del apellido de "Clásico" al nombre de Macan en este segundo vino de la nueva bodega riojana de Benjamin de Rothschild & Vega- Sicilia y pienso que la respuesta viene dada por sus características organolépticas.

En numerosas ocasiones hemos visto el cuño de clásico en los vinos riojanos a aquellos con largas crianzas en barricas usadas, con colores atejados y con fuerte presencia de las notas terciarias. Sin embargo, pienso (igual me equivoco) que la filosofía de este segundo vino de la bodega es recuperar el clasicismo riojano ligado a los vinos más fáciles de tomar, más asequibles en la degustación y, sobre todo, más exhuberante en sus aromas. Si me equivoco, espero que desde la bodega y Javier Ausás como responsable máximo del equipo técnico me rectifique.

Este Macán clásico 2009 es un vino que gana adeptos rápidamente por el color rojo brillante y, sobre todo, por su inmediata expresividad en nariz, con notas de frutas rojas y frutillos del bosque, notas lácteas de yogour de fresa, ligeros tostaditos apenas perceptibles que se entremezclan juguetonamente con los aromas primarios. En boca está ya para un consumo inmediato por su sedosidad si bien tiene una buena estructura y un andamiaje que aventura unos cuantos años de capacidad de guarda. Al igual que su hermano mayor, la frescura final del postgusto te invitan a repetir trago, y copa. Muy rico.