Rojo rubí con reflejos terrosos y borde todavía rosáceo. Limpio y brillante. Capa media.
Aromas definidos y profundos con una completa gama de tonos femeninos aunque marcados. Violetas, frutas rojas, especias punzantes, tostados, cigarrillo negro, chocolate amargo, algún que otro cuero y muchísima mineralidad.
En boca nos encontramos frente a un vino fino, incisivo y con una increíble acidez. Bajo grado alcohólico y gran trabajo de la barrica. Paso perfumado con un regusto amargo. Sabores frutales y campestres, mohosos y umbríos, a madera vieja y piedras.
Final bien conjuntado y de excelente persistencia.
Unos vinos tremendos los de esta casa. Con este "Guardiola" si nos lo hubieran servido en cata ciega nos habríamos decantado por un Gevrey de buen productor con tres o cuatro años de edad. Una zona la del Etna que cada vez me gusta más, parece mentira que sea un vino de una isla mediterránea.