Reencuentro cordial

Aquellas botellas traidas del viaje van siendo descorchadas en ocasiones como la de anoche para acompañar una cena tras la cata virtual de Ochoa.
Tras la sorpresa de la cata ya no sé si opinar o no opinar porque no sirva para nada. Menos mal que miro la etiqueta de este vino y no veo que ponga tempranillo porque entonces sí que me voy a dormir sin cenar.
Al menos las sensaciones fueron buenas con un vino de una sorprendente Ibiza también en terrenos vinícolas, con una muy correcta elaboración y buen resultado final.