Más de un año y medio después.

Descubro otra botella que ni siquiera conocia su existencia, por supuesto me alegro mucho del descubrimiento.

El vino ha evolucionado algo, aunque mantiene la buena intensidad de sus aromas de frutas, especias, flores, herbáceos y de monte bajo, que le dan una gran frescura y complejidad. La boca es ahora mucho más redonda y sobre todo más fresca que en las botellas anteriores, muy satisfactorio el largo paso de boca, el final con mucha persistencia.

Ha mejorado algo, sobre todo el segundo día se encuentra en plena forma.

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